En el primero de dos Clásicos, Rayados pegó primero al remontar 2-1 a los Tigres, en un encuentro que terminó caliente y con dos trifulcas dentro del terreno de juego.
Un derbi regiomontano que de amistoso no tuvo nada, pues más allá del carnaval deportivo que se vivió, se fueron unas primeras muestras de lo que será la edición 139 de la próxima semana.
Primero, con un cruce entre Héctor Moreno y Fernando Gorriarán, en una falta del charrúa, y posteriormente André-Pierre Gignac con empujones al central mexicano. Mucha intensidad y golpes en el duelo fraternal.
El Monterrey consiguió la remontada apoyados de un Lucas Ocampos que anotó y asistió en su primer juego ante Tigres, siendo el hombre clave del elenco de Martín Demichelis.
Con cuadros competitivos, el duelo fraternal rápido dio destellos de que no sería un juego para nada amistoso y el gol cayó pronto.
El equipo de Veljko Paunovic se fue al frente en el marcado en el minuto 16.
Tras un gran centro de Osvaldo Rodríguez por izquierda, Nicolás Ibáñez le ganó en la marca a Víctor Guzmán y Héctor Moreno para convertir ante la mirada de Luis Cárdenas.
Este gol fue el primero en las participaciones del derbi del Tanque.
El Monterrey no se quedó con los brazos cruzados y, apoyados en un Lucas Ocampos que se puso la capa de héroe, siendo un jugador diferente en el ataque albiazul.
Al 40’ cayó el empate para La Pandilla. Íker Fimbres le robó el balón a Rafael Carioca en linderos del área y cedió para Oliver Torres, quien mandó un centro lleno de veneno.
El remató en primera instancia fue de Roberto de la Rosa, que mandó el esférico al poste, y en el contraremate Ocampos conectó con la testa, para el 1-1 en la pizarra.
En la complementaria, Rayados aprovechó de nueva cuenta los errores de Tigres para darle vuelta al marcador.
Fernando Gorriarán, quien había entrado por Carioca, se vio encerrado en el fondo del terreno de juego y perdió el esférico al intentar despejar de taquito.
Ocampos tomó el balón y mandó un centro violento a media altura, que De la Rosa mandó al fondo de la redes al minuto 55, venciendo a Nahuel Guzmán.
El Monterrey estuvo cerca de aumentar la ventaja en el partido, pero el poste le negó el gol al canterano Íker Fimbres en un disparo fuera del área.
El partido se fue trabando y poco a poco los choques fueron más constantes, así como las faltas y chique entre los jugadores de los dos equipos.
Gignac tuvo su oportunidad con un tiro libre, que pegó en la barrera, ahogando el grito de gol.
Así de caliente terminó el Clásico Regio 138, que podemos resumirlo en el saludo final de Veljko Paunovic y Martín Demichelis, que mostró el cruce del derbi.
RGS