Ricardo Antonio La Volpe es uno de los técnicos que marcó una época dentro del futbol mexicano, al grado de que hoy es considerado un ídolo del balompié azteca, y no por ser el más ganador, si no por implementar un estilo de juego vertical, ofensivo, con buen trato de balón y aguerrido, el cual fue adoptado por diversos técnicos mexicanos, quienes lo consideran un ‘maestro’.
Este estilo de futbol no solo lo mostró en los equipos a los que dirigió como: Atlas, Toluca, Atlante, América, Monterrey, etc, sino también en la selección mexicana, donde calificó ‘caminando’ al Mundial de Alemania 2006 y conquistó una Copa Oro (2003) y el Preolímpico con el Tricolor Sub-23 (2004).
El Bigotón recordó en el podcast de ‘La Capitana’ (Sandra de la Vega, esposa de Andrés Guardado), la forma en cómo fue evolucionando su carrera como futbolista, la cual formó al técnico que hoy en día puede presumir que es.
“En Argentina no hay muchos deportes fuertes. No hay básquetbol, tenis; el béisbol no existe, hay rugby, pero no futbol americano, así que el primer regalo de mis papás fue una pelota de futbol y salía a patearla a la vereda. A los ocho años, a cien metros de mi casa había un club de barrio y en la parte de atrás había un frontón, que creo que eso me dio la velocidad y los reflejos como jugador y portero."
"A los 10 años empecé en los intercolegiales, pero ya a los 12 años, se acabó solo correr tras la pelota, ya fue más en serio. Yo iba a jugar como un nueve y cuando me voy a probar porque me vean intercolegial y como era velludo me decían ‘La Araña Negra” después me dijeron ‘Loco’ pero era por otras cosas”, relató La Volpe, quien recordó que lo corrieron por pelearse con el preparador físico."
“Me decían loco porque era muy irrespetuoso, llegaba tarde, pero no me echaban porque era bueno. No había multa porque nosotros en divisiones inferiores no cobrábamos; el sábado que jugabas tenías un viático, te daban más o menos lo que gastabas de viaje, un sándwich y una coca-cola, nada más.
Empecé en la novena a los 13 años en River (Plate) pero era vago y tuve un problema con el preparador físico, siempre he tenido problemas con ellos, creen que correr es jugar, pero no es así, hay que trabajar la calidad y la técnica, entonces me echaron. Ya a los 15 años me ven en un intercolegial pero ya en el arco, me gustaba el arco también y ahí empecé mi carrera, me llaman de Banfield, me ponen en Sexta División y pasé rápidamente a Cuarta, luego tercera y me ve el técnico de la primera a los 18 años y me lleva como tercer portero, antes solo había dos porteros, pero el me llevó como el tercero”.
Asimismo, Ricardo Antonio, recordó que cuando lo llevaron al primer equipo él trabajaba como contador público, trabajo que tuvo que dejar para dedicarse por completo al futbol.
“Inicié como portero cuando me echan de la Novena División, así que perdí un año. Estaba estudiando y creía que iba a ser contador. Estudié hasta quinto año de secundaria en Argentina y entré a la facultad a los 18 años para ser contador y me llama este señor (el técnico) y me dice usted venga a entrenar, después trabajaba haciendo contratos en una oficina de un arquitecto y le manejaba los bancos, me gustaba eso y sabía hacer bien mi trabajo, sacaba costos de los bancos, débitos, etc, pero lo dejé por el futbol”, finalizó el estratega.