El sábado 27 de noviembre del año pasado, Santiago Solari vio como su imagen cuasi perfecta ante el aficionado del América se desmoronaba cual terrón de azúcar. La eliminación que las Águilas sufrieron ante Pumas en el estadio Azteca, fue un duro golpe para el llamado Solarismo, el más fuerte desde que el entrenador argentino tomó las riendas del equipo azulcrema allá por enero de 2021.
Hasta ese día, Solari había sorteado una serie de cuestionamientos, que si la primera derrota en la Liguilla, que si la final perdida con Monterrey, que si el funcionamiento, que si el juego práctico en lugar de un mayor espectáculo... hasta ese día el resultado había estado de su lado, esos números callaban de manera casi irrefutable cualquier crítica.
Pero aquel 27 de noviembre, Pumas se encargó de exhibir sus flaquezas, a puro futbol, orgullo y contundencia, los universitarios se llevaron por delante el invicto de América en el Azteca, el récord de puntos en un año, el liderato general logrado dos fechas antes del final del torneo, todas esas cifras que se presumían a pecho inflado por el entrenador se acabaron de golpe y porrazo con la buena exhibición de Universidad.
Aquel día, el aficionado azulcrema salió maldiciendo, desmoralizado, incrédulo de que su equipo había carecido de argumentos futbolísticos, de personalidad, no comprendía como uno de sus rivales más antagónicos les había dado un baile en su propia casa. A partir de entonces el romance entre el americanismo y el entrenador ya no fue el mismo, su porcentaje de credibilidad disminuyó de manera considerable.
El club emitió un comunicado ofreciendo disculpas por la manera en la que fueron eliminados, responsables de ello fueron todos los integrantes del primer equipo, pero el entrenador fue muy señalado por la forma en la que planteó la serie contra Universidad Nacional, en la que priorizó la especulación y no la valentía, en la que miró al resultado que le convenía y no tuvo la determinación de ir a buscar ganar la serie con autoridad, una Liguilla en la que no fue capaz de demostrar la jerarquía que se esperaba de América.
Un 2022 de pesadilla
Santiago Solari inició el 2022 con el objetivo claro de ir más allá en la Liguilla, ya no le valían los buenos números en la fase regular, que esos diplomas de buen rendimiento de la fase regular no dejaban contentos a nadie, que ese club lo que celebra son títulos no lideratos.
“Estamos ilusionados con el año que empieza. Afrontamos este año con ilusiones renovadas, hemos demostrado a lo largo del año pasado una gran capacidad de trabajo a nivel colectivo y este año queremos llegar a ese segundo torneo (Liguilla) en el mejor momento de forma posible”, dijo Solari en su primera conferencia de este 2022.
La realidad que le ha tocado vivir a Solari en su tercer torneo contrasta con los inicios de sus dos torneos previos. En el primer semestre de 2021 llevaba, a la Jornada 6, nada menos que 13 puntos. Y en el segundo 16 unidades, una cosecha muy positiva que, comparándola con los 4 puntos que lleva en este semestre, evidencian un bajón de productividad y, también, de rendimiento futbolístico de su equipo.
Solari, también, protagonizó un episodio en una faceta que no se le conocía cuando en la fecha uno entró a la cancha a reclamar una decisión arbitral, reflejo nato del estrés que ya traía en la espalda. La fiabilidad en sus juegos como local también se perdió, al punto de que no ha podido lograr ni un solo punto y eso hoy lo tiene fuera de zona de Liguilla.
Lo último que se le cuestionó a Solari fue la alineación del pasado sábado, cuando puso a Miguel Layún de medio de contención, siendo que Miguel no es un especialista y en la banca tenía a dos jugadores (Jonathan y Naveda) que podían ejercerla. Las derrotas ante Atlas, Atlético de San Luis, Mazatlán y Pachuca han encendido un clamor en las gradas: “Fuera Solari”.
Este sábado 26 de febrero, tres meses después de aquella derrota que estremeció al América en todos sus cimientos, Santiago Solari, el responsable del proyecto deportivo de las Águilas, se juega la continuidad, lo hace en Ciudad Universitaria, ante Pumas, el mismo equipo que provocó que su idilio con la afición azulcrema terminara. 90 minutos para un veredicto: pulgar arriba o abajo.
FRASE
“La afición tiene todo el derecho a expresarse, el deporte se trata de superar la adversidad, de no rendirse nunca y yo no me voy a rendir”
Santiago Solari
Entrenador de América
MGC