Por momentos parecía que el Volcán iba a hacer erupción; parecía que en cualquier instante las emociones estallarían a diestra y siniestra… pero al final, todo el calor se contuvo.
La lluvia y el frío eran el presagio de una noche negra y triste para todo San Nicolás, pero el entusiasmo y la fe que distinguen al Tigre jamás cesaron.
El gol de Gorriarán metió en calor a los cientos de valientes que soportaron la lluvia y el frío, pero rápidamente la igualada de Toluca trajo consigo la tensión.
Con los penales, la temperatura cayó aún más y no se distinguía si la gente temblaba de congelamiento o de nervios.
Al final, Alexis Vega apagó el Volcán tras un 2025 de muchas emociones, pero el honor y el valor deportivo quedaron demostrados una vez más, cuando la afición Tigre, antes de partir, se unió en aplausos para reconocer a sus guerreros que quedaron en la batalla.
Ahora tocará esperar a un 2026 en el que las ilusiones se renueven y se pavimenta el camino de la novena.
MGC