Walter Montoya ya no forma parte de la plantilla de Cruz Azul, pero en su momento hizo historia al conformar el equipo que se coronó en el Clausura 2021, rompiendo una sequía de más de 23 años sin ser campeón.
El mediocampista argentino vivió dos etapas con el conjunto de La Noria y en ambas llegó a la final, aunque sólo en una de ellas celebró el campeonato.
Arribó a La Máquina en el 2018, con el peso del número 10 sobre la espalda, y parecía que podría seguir con el legado del Chaco Giménez. En esa primera etapa, el sudamericano fue parte de la plantilla que disputó el duelo por el título contra el América en el Apertura 2018, trofeo que se quedó en Coapa.
Al terminar esa campaña, diferencias con Pedro Caixinha, entonces entrenador del equipo, concluyeron con la petición del jugador de salir del equipo, a pesar de tener contrato vigente.
Después de estar a préstamo con Gremio y Racing, Montoya regresó al club celeste para el 2021, ahora con Juan Reynoso al frente del equipo, y aunque tampoco tuvo los minutos que él hubiera querido, fue parte del plantel que consiguió la novena.
En entrevista con MILENIO-La Afición, Walter ahonda en lo que él considera fue la diferencia entre una plantilla y otra de Cruz Azul, toda vez que la segunda sí festejó el título.
"Creo que él (Juan Reynoso) lo hizo muy bien, primero, en conformar el plantel y después el equipo, que fue magnífico; había un uruguayo, peruano, los mexicanos, nosotros los argentinos y él hizo que todos fuéramos uno. Y por ahí mi experiencia en 2018 eso no pasó, siempre estaba uno por aquí, otro por allá, o éste con el otro que se llevaban tan bien; obviamente no vas a hacer amigos con todos, sino que Juan lo que hizo fue que nos uniéramos todos y que tiráramos todos por el mismo camino, tanto nosotros como la gente que trabajaba en el club y la afición", recordó Montoya.
Y es que esa unión, ir todos por el mismo camino, fue la clave para que ese año, después de toda la presión que había en el equipo, Cruz Azul saliera campeón.
"Creo que eso fue fundamental, formamos una familia, nosotros nos juntábamos a cenar, comíamos asados y compartíamos quizás cosas mínimas que hacían mucho y eso fue fundamental. Era una unión increíble, todos queríamos ganar, a veces hasta gente que no era de Cruz Azul quería que nos fuera bien, se sentía que lo hacían de buena fe y eso fue importantísimo. El grupo que hizo Juan fue espectacular, siempre estábamos juntos", agregó.
Además del título de Liga, Montoya fue campeón de la Copa Mx del 2018, título que lleva tatuado, y el Campeón de Campeones del 2021.
Faravelli, su gran amigo
El ex mediocampista celeste hoy milita en Central Córdoba, del futbol argentino, pero a la distancia apoya al conjunto de La Noria, en el que ahora juega un viejo amigo: Lorenzo Faravelli.
Walter y Lorenzo se conocieron cuando eran adolescentes en la academia Jorge Griffa, de Rosario, Argentina. El primero dejó su casa en Machagai para cumplir su sueño de ser futbolista; el segundo, rosarino, le abrió las puertas de su casa en busca de convertirse en jugadores profesionales juntos.
Hoy, a varios años de distancia, Chaque recuerda cómo era ir a comer a casa de Lolo, costumbre que los hizo amigos hasta que el futbol los separó.
"Estábamos en una academia juntos, era una academia en la que te formabas, te veían los clubes de Primera División Argentina y te llevaban. Éramos de la misma categoría, jugamos muchos partidos juntos", rememora Montoya. "Yo era de muy lejos, del interior de Argentina y como él es de Rosario, sus padres siempre me llevaban a comer a su casa o me llevaban a distintos lugares para que conociera porque yo vivía en una pensión con muchísimos chicos. Sus padres siempre me llevaban a cenar a su casa o a un restaurante para que fuera algo distinto y siempre voy a estar agradecido", compartió.
Más tarde se convirtieron en rivales, en el clásico de la ciudad entre Rosario y Newell’s, en el que se enfrentaron varias veces, hasta que Walter emigró al futbol europeo con el Sevilla y Faravelli siguió su camino en Ecuador.
"Después él pasa a Newell’s Old Boys, en Rosario, y yo sigo un año más en Griffa; él debuta y yo paso a Rosario Central y jugábamos clásicos. Nos volvimos a encontrar en una selección que había en Rosario, estaban los mejores de esa categoría y jugábamos un amistoso. Nos dejamos de ver, después vi que estaba en Independiente del Valle y después me da la sorpresa que va a Cruz Azul. Pensé que eso era muy bueno", reconoció.
Hoy, solo hay buenos deseos para el futbolista de La Máquina, que esta semana busca coronarse como antes lo hizo él.
"Fueron los primeros pasos de uno cuando está chiquito y ojalá que le vaya bien, se merece esto él y su familia", dijo Walter.
RGS