La Copa América es un torneo con una solera especial. Es el campeonato de futbol más antiguo en el mundo a nivel de selecciones nacionales, con más de cien años de historia, cita a equipos y países de gran tradición, con Argentina, Brasil y Uruguay como máximos representantes, pero sin demeritar al resto de países sudamericanos que siempre destacan por su calidad.
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El naciente 2024 trae una buena noticia para México, porque la selección mexicana volverá a disputar este torneo; el Tricolor se volverá a codear con Sudamérica, esa añoranza que se ha tenido en los últimos años se hará realidad, porque es indiscutible que los enfrentamientos ante los rivales del sur ayuda más en el crecimiento que los cruces ante los de centro y Norteamérica.
Revancha
Han pasado ocho años desde la última vez que México participó en la Copa América, fue en la edición del Centenario que se celebró, también, en Estados Unidos, pero en aquella ocasión la imagen del Tricolor fue paupérrima.
Aún escuece en la memoria aquel 7-0 que Chile le endosó al equipo de Juan Carlos Osorio, hasta el día de hoy sigue siendo la mayor goleada que la selección mexicana ha sufrido en un torneo oficial. Después de esa escandalosa derrota, México no volvió a una Copa América, se acabó el roce oficial con Sudamérica que hace algunos años ayudó al crecimiento de los jugadores mexicanos.
Ahora, los tambores de revancha sonarán para una generación que tendrá ante sí la oportunidad de reivindicar la última postal que dejó un conjunto mexicano, porque hay que reconocer que el cuadro Tricolor solía ser un animador de esta competencia y se había ganado un respeto en el cono sur. Además, será una oportunidad extraordinaria para muchos jugadores de mostrar su capacidad.
La prueba de Lozano
Sí, la Copa América también será un examen extraordinario para Jaime Lozano, el entrenador que llegó a mediados de 2023 al banquillo nacional encara el gran reto de su carrera como entrenador, uno que le puede dar una gran cuota de credibilidad, siempre y cuando entregue buenos resultados.
Sobre el Jimmy hay un halo de confianza, pero también de dudas, sobre todo por los últimos resultados en los que no se ve un crecimiento total, el pase apurado a las semifinales de la Nations League despertó esa incógnita de si Jaime es el tipo indicado para comandar al Tricolor en Copa América y el Mundial de 2026.
Lozano sabe que esta competencia, ante las potencias de Sudamérica, le puede dar un gran respaldo y hacer que su proyecto tome rumbo. La elección de los jugadores será clave para el Jimmy, cristalizar una idea, que haga de México una selección reconocible y que agrade es la prioridad del entrenador, porque Jaime ya va comprendiendo que este puesto no tiene paréntesis ni treguas, sino que demanda resultados inmediatos.
La expectativa
La dinámica actual de la Federación Mexicana de Futbol, y por ende de la selección nacional, es la de construir equipos protagonistas y ganadores. Sin tapujos, hay que decir que el conjunto mexicano tiene prohibido el fracaso, más bien se busca mostrar al continente -y al mundo- un equipo que se rejuvenece, evoluciona y dará una dura pelea en el Mundial de 2026.
Exigir el título es un parámetro muy alto, estar y competir por él es lo que se pretende, es decir, situarse por lo menos en una ronda de semifinales, porque significará que México es, por lo menos, la cuarta selección del continente. Ganar o perder se evaluará desde la actitud con la que se dé uno u otro resultado.
Se sabe que, ahora mismo, Argentina es quizá el mejor equipo del mundo, que la Albiceleste llegará como campeón defensor y gran favorito. Que Uruguay se ha reconvertido con Marcelo Bielsa. Y que Brasil no vive sus mejores días, pero siempre se le debe conceder respeto.
Sin menospreciar a nadie, la obligación de la Selección Mexicana es demostrar que sí está un peldaño por encima de selecciones como Chile, Paraguay, Ecuador, Venezuela, Estados Unidos, Canadá y Costa Rica.
Esa es la verdadera tarea del equipo de Jaime Lozano, esa es la prueba de fuego para entrenador y jugadores. La Copa América es el gran reto del equipo mexicano, una conquista menor a semifinales podría poner en duda el proceso actual, en dicho torneo se tomarán en cuenta las formas y fondos, México tendrá que concluir la misma con una identidad de juego y liderazgos bien identificados en el banquillo y el césped
Las mejores y peores actuaciones
Ecuador 1993: La primera participación fue una grata sorpresa, llegando hasta la final que perdió con Argentina.
Colombia 2001: Con un equipo alternativo, México volvió a llegar a una final, pero ahora cayó ante Colombia.
Venezuela 2007: Con Hugo Sánchez se tuvo la última buena participación, logrando el tercer lugar.
Argentina 2011: Por primera vez la Selección Mexicana quedó eliminada en la fase de grupos, al finalizar último.
EU 2016: México se va eliminado en cuartos de final con la peor goleada de su historia: 7-0 ante Chile.
AVV