Seguramente cuando Jaime Lozano pensaba en Costa Rica recordaba lo ocurrido en el Ricardo Saprissa aquel 9 de febrero del 2005. Todavía usaba zapatos de futbol y espinilleras. Con un gol de tiro libre y otro de cabeza, Jimmy ayudó a que la selección de Ricardo La Volpe iniciara con una victoria el Hexagonal con rumbo a Alemania.
16 años después, alejado de la cancha por solo un par de metros, Lozano volvió a festejar un triunfo ante los ticos tras ser el claro protagonista. El mérito ahora recaerá en sus dirigidos, tal y como a él le gusta entregarlo, pero el planteamiento de Jaime, aunado a una correcta ejecución, sentenció la clasificación de México a las semifinales del Preolímpico de la Concacaf.
El tricolor tardó menos de seis minutos en abrir el marcador. Joaquín Esquivel encontró a Córdova donde parecía que no había espacio para el pase; Sebastián se vio las caras con Kevin Chamorro, pero en lugar de rematar, tiro una diagonal para que Uriel Antuna hiciera el 1-0.
Lozano reconoció a Luis Díaz como una de las principales amenazas de Costa Rica y para ello tuvo una clara solución. Vladimir Loroña se sumaba al ataque en el mismo carril que se desempeñaba el 11 de los ticos. Para evitar el dos contra uno que podrían provocar el lateral de Xolos y Uriel Antuna, el jugador del Columbus Crew estuvo más preocupado en defensa que en ataque.
Cuando Costa Rica quiso jugar al espacio, sin la precisión necesaria, Ángel Malagón siempre estuvo atento en el borde del área para terminar con las aspiraciones. Por otro lado, Randall Leal, que ante Estados Unidos encontraba metros a su alrededor, se sintió prisionero de Joaquín Esquivel y Carlos Rodríguez.
El 2-0 llegó producto de una mala conducción de Uriel Antuna en banda derecha y un disparo lleno de inspiración y confianza de Alexis Vega. Los jugadores de Chivas se combinaron, quizás sin querer, para la segunda anotación del equipo.
El último tanto pasó directamente de la pizarra de Lozano al césped del Akron. Un ataque de México desde propio campo que Jesús Angulo pausó afuera del área para servir a Carlos Rodríguez; el de Rayados le entregó el esférico a Córdova con el pecho y Sebastián firmó la goleada.
Kevin Chamorro terminó como la figura de Estados Unidos ante Costa Rica, pero Ángel Malagón se recostó solo una vez en los 90 minutos. Jaime Lozano neutralizó las ideas de Douglas Sequeira y como recompensa adquirió un nuevo recuerdo positivo ante los ticos, esta vez como un actor secundario irónicamente protagonista.