La selección mexicana logró su pase a la Copa América del próximo año, en una dramática victoria frente a Honduras en tanda de penales. Un resultado que deja muchas lecciones y también muchas cosas por mejorar en la parte futbolística. Sin embargo, dentro de varios aspectos negativos que se tuvieron en esta serie contra los catrachos hay unos positivos de cara al futuro.
Uno de ellos, indiscutiblemente, fue la capacidad que mostró Luis Ángel Malagón en el arco mexicano y que permite ver que hay futuro más allá de Guillermo Ochoa, pues si bien el arquero de las Águilas no había tenido opción, como ningún otro portero, para demostrar sus capacidades, cuando se le requirió Luis Ángel dio ese paso al frente y mostró personalidad.
Cuando le tocó entrar de cambio en Tegucigalpa tuvo un par de intervenciones que evitaron más daño por parte de los catrachos y en los dos goles que recibió en el juego de ida, en ninguno de ellos se le puede atribuir responsabilidad alguna.
Con la baja confirmada de Ochoa para el juego de vuelta, a Malagón le tocó asumir en un partido en el que debía tener los nervios a tope, porque ya se sabía que en algún momento los hondureños iban a disponer de alguna situación y ahí tenía que estar cien por ciento concentrado.
Y en la cancha del Azteca no fue una sino tres las ocasiones claras que tuvo el equipo de Reinaldo Rueda para irse al frente en el marcador; en dos el portero mexicano no hubiera podido hacer nada, pero la pelota pasó de largo sin que algún delantero la rematara.
Eso sí, al minuto 61', cuando México trataba de encontrar el segundo gol, un centro desde la banda izquierda de Edwin Rodríguez fue rematado a bocajarro por Anthony Lozano y ahí Malagón respondió con un manotazo, una intervención que mantuvo al Tricolor con vida, porque si hubiera sido gol, el conjunto de Lozano se hubiera desmoralizado.
La segunda intervención capital que tuvo Malagón fue en la tanda de penales, atajó el penal de Bryan Róchez, un lance hacia su izquierda que emocionó al Azteca, desanimó a los hondureños y le dio calma a sus demás compañeros.
Tras 188 minutos como arquero de la Selección Mexicana en esta Fecha FIFA, Luis Ángel Malagón confirmó que hay un arquero con capacidades para suplir a Guillermo Ochoa, ahora o en el corto o mediano plazo.
Crecimiento y jerarquía
El otro jugador que fue una grata noticia en esta Fecha FIFA fue Edson Álvarez, ya se sabía que el mediocampista es uno de los mejores jugadores que hoy en día tiene el futbol mexicano, pero en el juego de vuelta mostró su personalidad.
Ante la baja de Ochoa, Edson asumió el gafete de capitán y las responsabilidades que éste conlleva: morales y futbolísticas, tenía que ser un líder que invitara al resto a no perder la fe y lo hizo. Marcó terreno y jugó amonestado desde el minuto 10, pero no se enrendó en un juego ríspido, metió la pierna cuando debía y no se achicó.
En el último suspiro del partido, se plantó en el centro del área como un atacante más y encontró la pelota que ningún delantero cazó, un derechazo que salvó a toda la Selección de un bochorno que quizá hubiera tenido secuelas.
Edson ya ha demostrado en su paso por Europa el crecimiento que ha tenido, en la Selección también ha sumado galones, trae dos Mundiales en la espalda y es otro líder futbolístico y moral en el cuadro Tricolor.
La imagen de México ante Honduras no fue buena en Tegucigalpa, y en el Azteca quedó de manifiesto que hay también un problema futbolístico, pero Luis Ángel Malagón y Edson Álvarez fueron dos aspectos positivos que dejó esta Fecha FIFA.
MGC