A Mónica Vergara le quedó grande la tarea con el Tri Femenil

La entrenadora que llegó en enero con la consigna de lograr el boleto al Mundial, fracasó en su intento y su proyecto pende de un hilo por quedar fuera de la justa y de París 2024

A Mónica Vergara le quedó grande la tarea con el Tri Femenil (Imago7)
Higinio Robles
Ciudad de México /

En enero de 2021, la Federación Mexicana de Futbol nombró a Mónica Vergara como la entrenadora de la selección mexicana de futbol femenil a nivel mayor, en relevo de Christopher Cuéllar, era la primera mujer que se ponía al frente de un equipo estelar y su nombramiento se dio con la firme intención de que llevara a México al Mundial de Australia y Nueva Zelanda del próximo año.

Fue una apuesta clara y consensuada después de los procesos que había tenido en selecciones menores, donde había logrado un buen desarrollo. Se creía que Mónica tenía la capacidad de explotar el talento que había en el extranjero y el de una Liga MX Femenil que poco a poco se asentaba como un torneo que buscaba abrirse paso en la formación de jugadoras a nivel profesional.

“Buscamos tener Selecciones femeniles cada vez más competitivas, estamos convencidos del talento y potencial de las jugadoras mexicanas, así como el mensaje de empoderamiento que significa el futbol femenil. Hemos visto avances importantes, pero queda mucho trabajo por hacer y parte del esfuerzo es apuntalar la estructura de Selecciones Nacionales”, dijo Yon de Luisa, presidente de la Femexfut, el día que presentó a Mónica.

Desde entonces, en los despachos, la entrenadora recibió todo el apoyo posible, se lograron partidos de corte internacional con rivales de alto calibre. Todo pensando en que México fuera al Mundial. Con la sede del Premundial para Monterrey se veía una gran ventana de oportunidad para lograr el pase a la justa, porque este torneo repartía cuatro boletos directos y también concedía el pase a los Juegos Olímpicos de París 2024 a las finalistas. Todo el apoyo para el doble objetivo.

A Mónica se le vio en infinidad de partidos de la Liga Mx, no se puede decir que no tuvo el apoyo y que no hizo su trabajo de visoreo, pero a la hora de la verdad falló. El fracaso de la Selección Femenil es muy grande y tendrá consecuencias deportivas y comerciales, en la cancha se ha perdido quizá a la mejor generación de futbolistas nacionales para verlas en una gran cita.

La debacle

Todo empezó en el juego con Jamaica, donde muchos siguen sin explicarse el plan de juego inicial, en el que México careció de capacidad de reacción y donde jugadoras de peso en ataque como Alicia Cervantes (bicampeona de goleo y mejor jugadora de la Liga Mx Femenil) se quedó en el banco al igual que Katty Martínez, y cuando de recurrió a Licha ya fue en un plan más desesperado por empatar un partido que no fue bien encarado desde el inicio.

En sus declaraciones posteriores, Mónica transmitió optimismo, pero el daño ya estaba hecho y dejó la impresión de que subestimó a las caribeñas. Pero la realidad es que el equipo careció de identidad, no fue un equipo reconocible, vulnerable en defensa y nulo en ataque. Para el partido contra Haití hizo cambios, pero el equipo no mejoró, la tensión por ganar y seguir dependiendo de otros resultados era clara en una escuadra que ha carecido de juego en un torneo donde partía como una de las favoritas.

Aquel 19 de enero cuando fue presentada como entrenadora, el discurso de Mónica fue claro. “Vamos a trabajar muy fuerte para que puedan ver Selecciones que jueguen con una identidad, que nos representen con principios, que nos hagan sentir orgullosos, que sean equipos verticales y agresivos”. Un año y medio después fueron buenas intenciones solo eso. Ese deseo que tenía la entrenadora murió en el juego contra Haití, donde no hubo respuesta.

Palabras bonitas

Ese mismo día, Gerardo Torrado, director general deportivo de la Femexfut, también comentó que “la intención es tener siempre a las mejores jugadoras, calificar a todos los eventos y estar en el top ocho en todos los torneos. Por eso hoy nombramos a Mónica Vergara, directora técnica de la Selección mayor”. La realidad es que no alcanzó con el deseo.

El 3-0 contra Haití refleja que la selección femenil no ha avanzado, que se ha quedado atorada en el tiempo. Y sí, la gran responsable puede ser Mónica Vergara, pero también habrá que evaluar a las jugadoras, porque dejan la impresión de que muchas no dimensionaron lo que estaba en juego, donde no llegó el discurso de la entrenadora, tampoco afloró la jerarquía de varias jugadoras que no son novatas. Cuatro goles en contra y cero anotados. Es un fracaso mayúsculo.

MGC

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