La Selección Mexicana regresa a México con un objetivo muy claro: reconquistar a la afición. Y sí, porque si hay un mercado que ha descuidado el Tricolor en las últimas décadas, ése ha sido precisamente el que está en casa, en territorio nacional.
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Los números son muy claros: de no ser por los partidos oficiales -como eliminatoria mundialista o la emergente Nations League- que tiene que jugar de manera forzosa en el país, la selección apenas tendría una efímera presencia de 36 juegos amistosos. Sí, muy distante a los 136 que de 2000 a la fecha ha disputado en Estados Unidos.
En esta Fecha FIFA, por primera vez desde 2018, el Tricolor disputará dos juegos consecutivos en el país; el de hoy ante el Valencia en Puebla y el del martes contra Estados Unidos en Guadalajara.
Un casa cada vez más olvidada
Para nadie es un secreto que por contrato por SUM, México tiene que disputar de cinco a seis juegos por año en Estados Unidos desde 2002. Por esa razón, en cada Fecha FIFA en la que no se disputa algún partido oficial, el país de las barras y las estrellas es el destino predilecto para que el Tricolor juegue sus amistosos, incluso para cumplir con lo pactado también juega fuera de las ventanas oficiales con puros jugadores de la Liga Mx.
De esta forma se puede apreciar como la cantidad de partidos ha disminuido conforme han pasado los años, los lustros y las décadas. Por ejemplo, de 2000 a 2005 el Tricolor sostuvo 11 partidos, con el 2001 como el más activo con hasta cinco encuentros amistosos en territorio nacional, mientras que en el 2000, 2002, 2003 y 2004 tuvo apenas uno respectivamente, y en el 2005 otros dos. Cinco años después, en 2010, esta cifra llegó a 22, con otros 11 duelos más, destacando precisamente ese año en el que tuvo hasta seis partidos en casa. Eso sí, también se debe recalcar que tanto en 2008 y 2009 el cuadro nacional no sostuvo ningún partido que no fuera oficial.
Y sí, lo de 2010 fue un fenómeno único que ya no se ha vuelto a repetir; es más, la cifra ha venido a la baja de manera considerable. En los siguientes cuatro años, de 2011 a 2015, solo hubo ocho juegos amistosos, y de 2016 a 2020 apenas cinco más. Es decir, de una década en la que el Tricolor se presentó hasta en 22 ocasiones en el país sin la necesidad de jugar compromisos oficiales, se pasó a otra en la que apenas acumuló 13 exhibiciones.
Y llegando a esta nueva época, la que va de 2021 a la fecha, apenas la selección mexicana tenía registrado el partido que el año pasado jugó ante Guatemala en Mazatlán.
CdMx, Monterrey y Guadalajara…
Al tener tan pocos compromisos al año en el país, uno podría suponer que la Selección aprovecha para ir a distintas localidades para acercarse más con su público. Sin embargo, también se ha centralizado en ese aspecto. En estos 24 años, la mayoría de partidos los ha efectuado en el Estadio Azteca de la Ciudad de México con nueve partidos; después sigue Monterrey -tanto en el estadio Universitario y el extinto Tec-, y Guadalajara en el Jalisco y Akron.
Entre estas tres ciudades tienen el 50 por ciento de los juegos realizados en estas dos décadas y media; luego sigue Chiapas, Querétaro, con tres cada una; Sinaloa, Ciudad Juárez en Chihuahua, Torreón y Toluca con dos cada uno, y finalmente Morelia, Veracruz, San Luis Potosí y Puebla con uno.
Eso sí, en 2007 hubo un partido contra Panamá en la Angelópolis que se suspendió por lluvia, por lo cual no entra en las estadísticas.
Brasil y los demás
La lista de rivales que ha tenido México en territorio nacional ha sido muy variada y destaca que al menos en tres ocasiones Brasil vino a jugar un amistoso con el Tricolor; es el segundo representativo con más juegos, pues el primero le corresponde a Chile con cuatro, y luego le sigue Colombia y Guatemala con tres cada uno. En la lista siguen Venezuela, Paraguay y Panamá con dos.
En tanto que los únicos países europeos que han venido a disputar algún partido a México han sido España, Bulgaria, Escocia y Serbia con uno respectivamente. En tanto que Liberia, RD Congo y Nigeria han dado representación al continente africano, mientras que Corea del Norte, Irán e Israel por el asiático.
Los otros siete rivales han sido de nuestro continente: El Salvador, Uruguay, Estados Unidos, Ecuador, Costa Rica, Trinidad y Tobago y Honduras.
Así ha sido la historia de México, jugando partidos amistosos en el país, cada vez más desdeñado, pero ahora con la obligación de hacerse presente antes de fracturar una relación que ya presentó grietas en los amistosos de Estados Unidos del mes pasado.
AVV