El partido entre México y El Salvador fue el cuarto en el que la Federación Mexicana de Futbol llevó a cabo la implementación del Fan ID, el segundo de forma masiva y no presentó la misma complejidad que en el duelo anterior.
Pasadas las 16:00 horas se abrió el ingreso para aficionados en el Coloso de Santa Úrsula, poco a poco fueron pasado los seguidores a los que de nueva cuenta se les pedía tanto el boleto como el código QR, en ambos casos se pedía que fuera impreso o en formato digital y quien no contaba con el código debía generarlo en las carpas aledañas.
Como ocurrió ante Estados Unidos, hubo aficionados que sus códigos tardaron en ser leídos por el escáner, pero en esta ocasión el retraso para su ingreso fue menos tardado.
Además, hay que mencionar que en esta ocasión la afluencia de gente no fue tanta en comparación como el juego ante Estados Unidos, de hecho a falta de una hora para el inicio del partido no había grandes filas en el punto de acceso, pero sí en la carpa donde aficionados sin QR tenían que pasar a generarlo.
Algunos de los aficionados acudieron en familia y cuestionados sobre el hecho de que tenían que proporcionar datos personales dijeron que no se sentían afectados por ello, pese a que autoridades como el INAI han cuestionado esta práctica. "El que nada debe nada teme", dijo un padre que acudió con sus dos hijos menores de edad.
La fiesta estaba puesta y cuando más cerca estaba la hora del partido más gente llegaba, la fila para generación de código se hacía más grande, ese fue el problema que hubo, que muchos llegaban sin código y sobre la hora del partido, por lo que perdían más tiempo y su ingreso se retrasaba, pero en general los que llegaban con el código no tuvieron mayores complicaciones, siempre tomando en cuenta que el número de aficionados fue menor, pues no llegaron a los 50 mil que hubo con Estados Unidos.
RGS