Cuando México parecía perder el rumbo en Kingston y cuando la ansiedad parecía gobernar al ataque de la Selección Nacional, apareció Jesús Manuel Corona para iluminar al conjunto de Gerardo Martino, su ingreso fue una chispa en la oscuridad que terminó por darle la luz extraviada.
El delantero del Sevilla fue desequilibrio en estado puro, ingresó al minuto 71 por un voluntarioso Uriel Antuna que fue perdiendo profundidad por la banda derecha. El Tecate es un jugador al que le gusta el encare, no le teme a los duelos mano a mano y busca hacer del regate un modo de vida.
Corona se pegó a la banda derecha, le tocó medirse a Greg Leigh, quien entró de cambio por Kemar Lawrence, el lateral por izquierda que arrancó el partid por Jamaica, poco a poco el Tecate fue buscando el modo de hacer daño.
Y lo logró diez minutos después de haber ingresado, cuando en el área mandó un centro a segundo poste que Alexis Vega remató con la cabeza y aunque el portero jamaiquino manoteó la pelota, Henry la terminó mandando al fondo.
Cuando México se hizo con el estado emocional, el Tecate ya estaba enchufado, se sentía pleno en el campo, y un par de minutos después volvió a tomar el balón, en su primer intento dentro del área no encontró hueco, no perdió la pelota y volvió a buscar el espacio, entonces en el área conectó con Charly y éste puso el centro que remató Alexis para consumar la remontada.
Jesús Manuel Corona vive un momento de idilio, la semana pasada recibió múltiples elogios tras su debut con el Sevilla, y ahora con la selección le tocó ser el revulsivo perfecto, con 19 minutos, 14 pases acertados (efectividad del 88 por ciento), tres pases clave, fue el agitador del conjunto mexicano en Jamaica.
RGS