Qué razón tenía Gerardo Martino cuando mencionó que Argelia iba a ser un rival más complicado que Holanda para México. El cuadro africano se paró en la cancha con firmeza, con orden, muy sólido e inteligente para irse al ataque, y aún cuando jugaron con 10 jugadores gran parte del segundo tiempo, le ganaban al Tricolor 2-1 hasta el minuto 88 que apareció Diego Lainez con un golazo.
Fue un desafío fuerte para el conjunto azteca, que tuvo buenos momentos, sobre todo en la primera parte, y al final del encuentro, en el que volvió a conectarse, aprovechó el desgaste físico del rival y pudo haberle dado la vuelta al marcador.
El primer tiempo fue de mucha dinámica, de intensidad, aunque por algunos momentos los futbolistas metieron fuerte la pierna, siempre pelearon por la pelota. Eso sí, los tiros al arco fueron contados porque los dos conjuntos estaban bien plantados y atentos en la zona defensiva.
Una de las mejores jugadas de Argelia se dio con un remate con la cabeza de Baghdad Bounedjah, que para la buena fortuna de México no llegó a lugar deseado.
El cuadro africano de mostraba que quería el dominio del esférico, presionaba en todos los sectores para recuperar cada vez que perdía la bola. Sin duda, al Tricolor le costaba trabajo el traslado del balón por la marca férrea del rival
Fue hasta el minuto 16 que Raúl Jiménez burló a un enemigo y sacó un tiro raso de larga distancia, aunque la pelota se fue cerca del poste izquierdo del arquero Rais MBolhi.
Incluso, cuando el equipo de Gerardo Martino lograba pisar terreno enemigo, no le era nada fácil tirar a puerta por la incomodidad que representaban los argelinos.
Un reflejo de la desesperación de los mexicanos se dio al minuto 24, cuando Mehdi Tahrat conducía el esférico y Héctor Herrera lo frenó con una falta por la que lo amonestaron, pero que bien pudo haber sido roja. Y luego pasó algo similar con Jonathan dos Santos.
En una de las llegadas del cuadro africano, Sofiane Feghouli remató, pero Rodolfo Cota impidió la caída de su marco. El portero de Léon tuvo buena intervenciones por aire, salió de manera correcta cuando fue necesario y mostró seguridad cuando se le requirió, sin duda debería pelearle la titularidad a Alfredo Talavera y a Guillermo Ochoa.
El partido comenzó a trenzarse en el medio campo. Las faltas cortaban cualquier intento de salida de alguno de los dos cuadros.
De nueva cuenta el duelo comenzó a moverse. Argelia dio un par de sustos a los mexicanos, uno de ellos una llegada de Baghdad Bounedjah, y otra un tiro de esquina en la que el balón tuvo varios botes en el área sin que alguien culminara la jugada.
Fue al minuto 43 que Jesús Manuel Corona filtró para Raúl Jiménez, éste regresó para el “Tecatito”, quien mete la bola con un toque picado ante la salida del portero.
Un minuto después, Sofiane Feghouli se dio la media vuelta, centró para Ismael Bennacer, quien sacó un tiro potente con el que empató el encuentro.
En la segunda parte, Héctor Herrera perdió el balón, y al final Brahimi no logró concretar la opción.
México hizo cambios. Entró Gilberto Sepúlveda por Héctor Moreno, Minutos después Diego Lainez y Andrés Guardado entraron por Jonathan dos Santos y Rodolfo Pizarro. Alan Pulido también ingresó al terreno de juego.
Al 55’, Guedioura fue expulsado, pero Argelia no cambió el rostro combativo que mostró desde el arranque del duelo.
Fue al minuto 64 que Raúl Jiménez hizo una gran jugada, al hacer un recorte, pero perdió un tiempo y su remate fue frenado por Aissa Mandi.
Al 66, Argelia, que ya tenía un hombre menos, aprovechó un error de Jorge Sánchez en la salida, y al final, Ryad Mahrez sacó un tiro que pasó entre las piernas de Gilberto Sepúlveda y se metió al marcó de Cota.
México se inspiró en los últimos minutos. Tan es así que al 88’, Diego Lainez concretó el empate con una especie de tijera. Los momentos que estuvo en el campo, el jugador del Betis se mostró motivado. Antes del final del encuentro, llegaron las mejores oportunidades para los pupilos de Martino. Héctor Herrera mandó un balón al palo. Jorge Sánchez también estrelló la bola en el travesaño y no llegó la victoria.