No fue una buena noche para la Selección Mexicana que dirige Gerardo Martino. Trastabilló en su segundo partido en el Azteca dentro de la eliminatoria mundialista, en el que terminó por ceder el empate (1-1) con Canadá, lo que le quitó el liderato de este Octagonal; además, el grito homofóbico se hizo presente en el regreso del público, deteniendo el partido en una ocasión.
Aunque la situación no es alarmante todavía, sí es una llamada de atención que no debe pasarse por alto. El Tricolor tuvo de regreso a sus mejores hombres, comenzando por Raúl Jiménez, Hirving Lozano y Héctor Herrera -titulares todos ellos-, pero el volumen ofensivo, sobre todo en la contundencia no mejoró. Canadá, en cambio, se presentó como un rival de buen calibre que nunca se achicó ante el escenario que tuvo enfrente y estuvo cerca de llevarse el botín completo.
Juego nivelado
Sin duda el tener juntos a Jesús Manuel Corona, Hirving Lozano y Raúl Jiménez será fundamental para Gerardo Martínez; sin embargo, a este tridente la falta tiempo de trabajo. El regreso de Raúl fue el más esperado, luego de un año sin poder jugar con el Tricolor y demostró la diferencia que su sola presencia hace en el área al generar espacios y pedir la pelota. Solo le faltó lo más importante: el gol. Eso hace mucha diferencia.
Canadá, como era de esperarse, se plantó con solidez en la cancha, tal como lo ha hecho en estas eliminatorias. En este conjunto destacan dos elementos que no defraudaron durante el encuentro: Alphonso Davies del Bayern Múnich y Jonathan David del Lille de Francia. El primero es considerado el jugador más caro de la Concacaf, y en el primer tiempo, al lado de sus compañeros, demostró su importancia. Esta nueva generación la ha dado un salto monumental a los canadienses que son serios aspirantes para llegar a la segunda Copa del Mundo de su historia.
Con los primeros minutos de estudio, al 21’ el Tricolor encontró la vía para hacerle daño al rival. Jorge Sánchez recibió el esférico en el área con pierna derecha, se acomodó y remató con la zurda para marcar el 1-0.
La respuesta de Canadá fue instantánea, pero Guillermo Ochoa evitó la caída de su portería, pero ya en los últimos instantes del primer tiempo Alphonso Davies filtró el esférico a Jonathan Osorio, quien venció con un tiro raso a Memo para concretar el empate a un gol.
Aparece el grito homofóbico
Al inicio de la segunda parte, Raúl Jiménez remató con la cabeza, pero el esférico pasó cera del ángulo superior derecho de la portería que defendía Maxime Crepeau. Al minuto 52, los mexicanos pedían una falta en el área sobre Lozano por parte del portero canadiense, pero el árbitro no lo marcó.
Tres minutos después, jugadores de ambos equipos se empujaron cerca del área del equipo visitante, tras una jugada ríspida con Jesús Manuel Corona. Los incidente no quedaron ahí, porque desde la tribuna se escuchó el grito homofóbico (58’), por lo cual, el silbante detuvo el encuentro, y en la pantalla se mostró la advertencia para el público (los 41 mil 565 aficionados que asistieron). Enseguida, se reanudó el encuentro, y la primera jugada de peligro fue por parte de Alistair Johnston quien por poco y la mete en su propia puerta, pero la pelota pegó en el travesaño.
México estaba en terreno enemigo, y gracias a ello encontró otra oportunidad. Raúl Jiménez se quedó con la bola y la metió, lamentablemente para su causa, el silbante anuló el tanto porque existió una falta previa sobre Vitória. Canadá también tuvo sus contragolpes, casi todos en los pies de Davies, pero México supo contener. De igual forma el Tricolor ya no encontró ninguna oportunidad clara y tuvo que conformarse con el empate.
Ya no hubo más. Sin puntería México no apabulla a nadie en el estadio Azteca.