La selección nacional de México mal y de malas. El Tricolor perdió 1-0 contra Venezuela en Los Ángeles y se complicó la vida en la Copa América, ya que el triunfo de Ecuador lo obliga a ganarles en el último partido de la fase de grupos del torneo, que se disputará el domingo en Phoenix, Arizona.
El equipo de Jaime Lozano volvió a ser un equipo sin idea en gran parte del juego, si bien empezó bien, los venezolanos fueron amos y señores del partido y supieron aprovechar un error de Julián Quiñones para marcar de penal en el segundo tiempo.
Jaime Lozano en la banca no encontró ningún tipo de respuesta, ni con sus jugadores ni tampoco con la gente que lo rodea, pues los cambios que hizo no fueron la diferencia y, por si fuera poco, sobre el final del encuentro Orbelín Pineda falló un penal.
Los primeros minutos del juego, México parecía mejorar con respecto a lo que ha presentado a lo largo de un año con Lozano en el banquillo, incluso Santi Giménez erró un mano a mano con el arquero venezolano que pudo cambiar la historia.
Una de las características de la escuadra de Lozano es que no sabe mantener el ritmo y nivel en un partido y antes de que terminara el primer tiempo la Vinotinto superó a los aztecas.
En el segundo tiempo, Venezuela barrió por completo a México, que volvió a ser el equipo triste y un error de Quiñones, quien cometió una falta dentro del área sobre Eduard Bello, terminó con un penal bien cobrado por Salomón Rondón.
México al verse abajo en el marcador no tuvo respuesta. Lozano hizo cambios que no le funcionaron, no hubo respuesta alguna porque del Jimmy no es un entrenador que la tenga y por si fuera poco la gente que lo rodea tampoco la tiene.
El Tricolor deberá viajar a Phoenix para poder enfrentar a Ecuador y ahí jugarse la vida, buscar el pase a los cuartos de final y para hacerlo no tiene más que ganar porque cualquier otro resultado los deja fuera del torneo.
MGC