Honor a quien honor merece. La selección mexicana Femenil de 1970 y 1971, la cual logró el subcampeonato de la Copa del Mundo de la especialidad que realizó en suelo azteca, recibió un merecido reconocimiento por parte del Senado de la República a manos del senador Eduardo Ramírez, quien recordó la gesta heroica que realizaron las féminas mexicanas hace 51 años, donde no solo lograron vencer a Argentina, Inglaterra e Italia, sino que se ganaron el respeto y admiración de un pueblo netamente machista, el cual las llamó ‘prófugas de metate’ por buscar cumplir su sueño de jugar futbol, pues en aquellos tiempos se tenía la creencia que el balompié era única y exclusivamente para varones.
Las jugadoras que recibieron este homenaje fueron: Elvira Sánchez e Irma Ramírez, quienes fueron las porteras, las defensas Irma Barrera, María Orduña, Lourdes de la Rosa Márquez, María Hernández y Martha Coronado, las mediocampistas Patricia Hernández, Guadalupe Tovar, Alicia Vargas y Silvia Zaragoza, así como las delanteras María Eugenia Rubio y Eréndira Rangel.
La representante del combinado nacional Elvira Sánchez agradeció al Senado de la República reconocerles que formaron parte de la historia del Tricolor, el cual llamado: La Selección Olvidada.
“Las que participamos en el futbol femenil hace 51 años nos sentimos doblemente orgullosas. Estar en este espacio, donde las leyes del país toman fuerza y vigor, así como sentirnos parte de esta historia de haber participado con mucho orgullo siendo pioneras de un futbol que todo mundo desconocía. Mujeres jugando futbol, tal vez sufrimos una que otra vejación porque lo menos que nos decían en aquel entonces era: prófugas del metate, era lo más terrible que pudieran decirle a una mujer que quería superarse, pero pasando eso hubo algo que nos mantuvo unidas, el amor a México”, indicó la ex guardameta, quien tras su paso por el futbol estudió la licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública.
Por otro lado, Elvira recordó que en la Fase de Grupos vencieron a Argentina (3-1) y a Inglaterra (4-0), mientras en la Semifinal dieron cuenta de Italia (2-1), pero en la final contra Dinamarca a pesar de caer se ganaron el cariño de todo México.
“Demostramos que México tenía futbol femenil, en Europa les pagaban, nos enfrentamos contra mujeres profesionales, pero no nos importó, nosotras íbamos con el corazón bien puesto a defender la bandera de México y así lo hicimos, logramos un tercer lugar y teníamos una espinita clavada, éramos un país tercer mundista, que creían que no merecíamos tener otro lugar, pero afortunadamente pidieron la sede en México y volvimos a jugar con el corazón puesto, cada una de las que estábamos en la cancha dejó hasta la última gota de sudor para cumplir el sueño de ser campeonas del mundo , pero no se logró y aún así estamos orgullosas de jugar en contra de quienes tenían más experiencia que nosotras.
Veíamos a hombres y mujeres con lágrimas, así como nosotras estábamos, era un momento de sentimientos encontrados, ver el cariño del público, pero a ver perdido era mucha tristeza, no reconocíamos lo que habíamos logrado, porque solo era jugar y compartir, pero cuando vez que cambiaste la mentalidad y enseñar a los que vienen detrás de ti, eso nos da satisfacción de demostrar lo que una mujer puede hacer”.
Antes de finalizar el evento que se realizó en el Salín de la Comisión Permanente, el senador otorgó un reconocimiento póstumo las jugadoras: Paula Pérez Padierna (defensa), Teresa Aguilar, Alvarado (delantera), Elsa Huerta (mediocampista), así como al cuerpo técnico de aquel Tricolor: Víctor Manuel Meléndez (director técnico) y Efraín Pérez (preparador físico).
Fuimos olvidadas
A 51 años de su gran logro, Sandra Tapia Montoya, quien se desempeñaba como defensa central y quien presumía su tatuaje de Xochitl, imagen de aquella justa, reconoció que fueron olvidadas por el gremio futbolístico de nuestro país.
“Tiene un año que me lo hice, le dije a mis hijas que quería hacerme el símbolo de México, me lo quiero hacer porque quiero tener algo que me gustaba, que me traía el futbol y por eso los traigo, un gran recuerdo de nuestra selección femenil. Fuimos olvidadas, a nosotros no nos pagaron ni un peso y ahora ya les pagan. A nosotros nuestros padres nos daban el gasto para ir a entrenar, ahora que bonito que a 50 años nos tomarán en cuenta para hacernos este reconocimiento.
Pasamos de todo, nos criticaron, hablaron que el futbol era para hombres, que teníamos que estar en la casa lavando trastes, ropa, pero afortunadamente no hicimos caso y seguimos adelante y tuvimos una gran satisfacción”.
FCM