Más de 30 personas estaban desaparecidas tras un alud de tierra en una mina de jade en el norte de Myanmar. Había una operación de búsqueda y rescate en marcha, según dijo el lunes un responsable de emergencias.
El suceso ocurrió en Hpakant, una remota localidad de montaña en el estado de Kachin, unos 950 kilómetros al norte de la ciudad más grande del país, Rangún. En la zona se concentran las minas de jade más grandes y lucrativas del mundo.
El líder de un equipo local de rescate que coordinaba los esfuerzos de búsqueda dijo a The Associated Press el lunes que más de 30 mineros que buscaban jade fueron arrastrados a un lago cuando se produjo el deslave cerca del poblado de Manna, en torno a las 15:30 del domingo. Habló bajo condición de anonimato porque temía ser arrestado por el ejército.
La tierra y los escombros de varias minas cerca del pueblo se deslizaron 304 metros barranco abajo y hasta el lago que había debajo, y golpearon a los mineros por el camino, dijo.
Se habían confirmado 34 desaparecidos y los equipos locales de rescate buscaban en el lago el lunes, explicó. Ocho mineros resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital local el domingo.
Un minero que pidió no ser identificado porque temía por su seguridad dijo que tres de sus colegas que buscaban jade fueron arrastrados hasta el lago por el alud. La mayoría de las víctimas eran hombres, añadió.
Normalmente se producen accidentes similares de menor escala, que no reciben mucha atención.
Las víctimas suelen ser mineros independientes que se instalan cerca de las enormes montañas de tierra y escombros excavados por maquinaria pesada empleada por compañías mineras. La gente busca fragmentos de jade entre ese material descartado y vive en pozos mineros abandonados en la base de montañas inestables de tierra. La mayoría son migrantes no registrados de otras zonas.
En julio de 2020, al menos 162 personas murieron en un alud de tierra en la misma zona, mientras que un accidente en noviembre de 2015 dejó 113 muertos.
Activistas de derechos humanos señalan que la minería de jade es una importante fuente de ingresos para el gobierno nombrado por militares en Myanmar. Los críticos del régimen militar piden sanciones y boicots para reducir las ventas de jade.
Las minas también son la principal fuente de ingresos del Ejército de Independencia de Kachin, un grupo étnico armado con base en el estado de Kachin y que lucha desde hace décadas con el gobierno central para conseguir más autonomía.
Un cese el fuego en la región se rompió cuando los militares arrebataron el poder en febrero de 2021 al gobierno electo de Aung San Suu Kyi. La región está sumida ahora en un conflicto armado entre las fuerzas armadas y el Ejército de Independencia de Kachin. que ha expulsado a muchos civiles a campos de refugiados y municipios cercanos.