El bombardeo del ejército de Estados Unidos y Reino Unido a la capital y provincias de Yemen fue respaldado por 44 países que pedían el fin de los ataques a buques petroleros y de mercancías en el Mar Rojo.
Entre los principales países que apoyaron este ataque destacan Australia, Bahrein, Canadá, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda y la República de Corea, según un comunicado del presidente Joe Biden publicado por la Casa Blanca.
"Nuestro objetivo sigue siendo reducir las tensiones y restaurar la estabilidad en el Mar Rojo, pero dejemos que nuestro mensaje sea claro: no dudaremos en defender vidas y proteger el libre flujo del comercio en una de las vías fluviales más críticas del mundo frente a las continuas amenazas", compartió la Casa Blanca.
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Durante la tarde de este 11 de enero la capital de Yemen, Saná; la ciudad portuaria de Al Hudeidah; y las provincias de Saada, Dhamar, Taiz y Hajjah, fueron bombardeadas tras supuestamente albergar a rebeldes hutíes, una milicia auspiciada por Irán.
Esta milicia ha atacado sedes militares de Israel en apoyo a Hamás en su guerra contra este estado del Medio Oriente al cual tampoco reconoce.
El gobierno estadunidense se basó en la declaración del Consejo de Seguridad de la ONU del primero de diciembre de 2023 que condenaba los ataques hutíes contra buques mercantes y comerciales que transitan por el Mar Rojo.
Posteriormente estos 44 gobiernos emitieron una declaración conjunta del 3 de enero de 2024, que pedía el fin inmediato de los ataques ilegales y advertía que los actores malignos serían responsabilizados si continuaban amenazando vidas, la economía global y el libre flujo del comercio.
Los ataques de esta milicia continuaron al punto de llevar a los buques a considerar otras rutas por el sur de África que implicaban un retraso en los envíos así como un aumento en los costos de estos por lo que 10 de enero de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la RCSNU 2722, que también condenó estos ataques y exigió su cese.
aag