La situación en el centro de detención de familias indocumentadas de Artesia, Nuevo México, lejos de resolverse, parece prolongarse indefinidamente, por lo que las autoridades estadunidenses decidieron abrir una escuela para los cerca de 200 menores internados en estas instalaciones.
Según explicó un portavoz de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), 520 centroamericanos, en su gran mayoría madres con niños, se encuentran detenidos en Artesia y la decisión del Gobierno federal es seguir utilizando estas instalaciones por tiempo indefinido.
A pesar de que las autoridades migratorias han liberado a 68 inmigrantes, gracias a un beneficio migratorio o tras pagar una fianza, el alcalde de Artesia, Phillip Burch, explicó que, "mientras las personas sigan cruzando ilegalmente (la frontera), seguirán llegando" indocumentados a este centro de detención.
Según el alcalde, en el centro de Artesia hay 640 camas, por lo que hay espacio suficiente para seguir enviando inmigrantes a la ciudad.
Ante el desconocimiento de cuándo liberarán o deportarán a las personas que permanecen en este centro de detención, las autoridades decidieron que los cerca de 200 niños de entre 4 y 17 años que permanecen detenidos en Artesia reciban clases, en una improvisada escuela, seis horas al día.
Las clases, que incluyen ciencias, matemáticas y educación física, son impartidas por una agencia especializada en la educación de jóvenes que se encuentran en centros de detención juvenil.
El Centro Residencial Familiar de Artesia se encuentra dentro de la Academia de la Patrulla Fronteriza y fue adecuado este verano para albergar a madres con hijos que entraron ilegalmente al país durante la avalancha de miles de centroamericanos que llegaron a la frontera sur.
Según cifras del Departamento de Seguridad Interna (DHS, en inglés), 68 mil 445 personas fueron detenidas en la frontera durante el año fiscal 2014 (desde el 1 de octubre de 2013 al 30 de septiembre de 2014).
Aunque se ha reducido considerablemente este flujo, siguen llegando a la frontera personas que huyen de la violencia y las difíciles condiciones de vida en Centroamérica, como explicó la cónsul de Guatemala en Phoenix, Jimena Díaz, quien indicó que en los últimos días doce familias procedentes de su país ingresaron al centro de Artesia.
"Son muy pocas las familias que han salido, todavía permanecen detenidas muchas madres con niños a la espera de que sus casos se resuelvan, y sabemos que las personas, en menores cantidades, continúan cruzando", comentó Díaz.
La Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración del Departamento de Justicia (EOIR, por sus siglas en inglés) indicó que del 18 de julio al 7 de octubre pasados, recibieron 478 casos de adultos con niños en proceso de deportación de las instalaciones de Artesia.
En ese periodo, los jueces concedieron asilo a 8 inmigrantes y emitieron dos órdenes de deportación.
"Los casos de asilo, debido a su naturaleza compleja, toman un período más largo de tiempo para resolver que otros casos que no son de asilo", indicó EOIR.
"Hemos estado asesorando a las familias y la perseverancia ha dado frutos porque con el traslado de las cortes a Denver (las mujeres inmigrantes) han tenido mejores oportunidades con fianzas razonables y pueden pelear sus casos desde afuera", dijo Joaquín Chacón, cónsul de El Salvador en Tucson.
Sin embargo, de acuerdo con las autoridades migratorias y funcionarios consulares, desde la apertura del centro han sido deportados 356 inmigrantes: 182 a Honduras, 120 a Guatemala, 50 a El Salvador y 4 a Ecuador.
Abren escuela para niños migrantes en Arizona, EU
Alrededor de 200 menores tomarán clases en las instalaciones de un Centro de detención juvenil en Artesia, Nuevo México.
Tucson, EU /
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