¡Por el medio ambiente! Activistas de EU y México se unen para limpiar el Río Bravo

En al menos cinco puntos fronterizos los activistas realizaron la limpieza del sitio con la finalidad de reducir el impacto ambiental en la zona.

Activistas recogieron la basura (Foto/Ricardo Hernández)
Editorial Milenio
Ciudad Juárez /

Activistas de México y Estados Unidos se reunieron este domingo para limpiar la frontera en el Río Bravo, el cual desde hace semanas presenta afectaciones debido al derrame de aguas residuales provenientes de una empresa de El Paso, Texas.

A la convocatoria "Juntos limpiemos el río Bravo" acudieron más de 500 miembros de clubes rotarios y voluntarios de ambos lados fronterizos y ocurrió de forma simultánea en las fronteras de Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros.

“Hemos visto el cambio climático es una realidad, y lo que estamos buscando es que la comunidad se una y sea responsable de que la basura se vaya al lugar correcto", declaró en Ciudad Juárez, Brissia Delawere, presidenta binacional del Club Rotario San Bernardino, que impulsa la iniciativa.

La contaminación del río causa preocupación desde el 29 de septiembre, cuando las autoridades estadunidenses informaron de un derrame de aguas residuales y lanzaron una advertencia a migrantes y la Patrulla Fronteriza sobre el peligro.

En septiembre se reveló que la empresa EPWater experimentó roturas en dos líneas de aguas residuales paralelas, conocidas como Frontera Force Main.

Estas tuberías recolectan todas las aguas residuales del lado oeste.

Aun así, José de Jesús Luévano, secretario de la sección mexicana de Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), aseguró que las descargas de drenaje que se han realizado al Río Bravo desde El Paso no generarán un impacto severo al medio ambiente del lado mexicano.

Luevano mencionó que de momento están descargando hasta 150 litros por segundo de aguas residuales y sin tratar al río.

"Es la Junta Municipal de Agua y Saneamiento la que debe de dar solución el mal olor y aguas negras en el río, son responsables de alcantarilla", argumentó el funcionario.

Pese a estas declaraciones, activistas se han unido para lanzar un plan de ayuda basado en el programa "Adopta un río" que impulsa las Naciones Unidas, explicó Carlos Montoya, vicepresidente del nuevo proyecto.

"La finalidad es hacer conciencia en la comunidad, en este proyecto participa el sector privado y público, la comunidad en general, y (el grupo de) rotarios pone la pauta para organizarlo", sostuvo.

Montoya mencionó que la contaminación del afluente fronterizo es evidente.

"Entre más avanza el río hay más contaminación, hay sales, basura física, cartón, la otra vez encontramos la llanta de un tráiler. El río es basurero para mucha gente y buscamos poner la semilla de que el rio no es basurero, hay que cuidar la casa de todos", abundó.

Activistas cuestionaron la desigualdad que existe en la procuración del afluente entre México y Estados Unidos.

"No hay equilibrio, está injusta la situación“, declaró a Ana Laura Cera, quien participó en la actividad.


FS

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