Este miércoles en Afganistán, veinte personas fueron azotadas en público como castigo por adulterio, robo y otros crímenes, según informó un funcionario provincial del Talibán gobernante.
Las medidas que los talibanes han impuesto son intransigentes, pues desde que se apoderaron del país en agosto del año pasado han buscado reflejar su interpretación del derecho islámico, la sharia.
Mohammad Qasim Riyaz, un vocero de la gobernación en la provincia sureña de Helmand, dijo que los azotes tuvieron lugar en el estadio deportivo en Lashkar Gah, la capital de Helmand.
Cada hombre recibió entre 35 y 39 azotes en presencia de funcionarios provinciales del Talibán, clérigos, ancianos y gente local. Algunos deberán purgar adicionalmente penas de cárcel, dijo Riyaz.
Hace una semana, las autoridades ejecutaron a un hombre por homicidio, la primera pena de muerte desde que los antiguos insurgentes regresaron al poder.
La pena ejecutada con un fusil de asalto por el padre de la víctima, tuvo lugar en la provincia occidental de Farah en presencia de cientos de espectadores y autoridades del Talibán, dijo Zabihullah Mujahid, el principal vocero del gobierno. Algunos funcionarios viajaron desde Kabul, la capital.
Ningún Estado extranjero ha reconocido oficialmente al gobierno Talibán, que asumió cuando se produjo el retiro de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN.
BCS.