El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el “motín militar” en Mali, donde fue raptado el presidente Ibrahim Bubacar Keita, y otros miembros del gobierno, y exigió la liberación inmediata y sin condiciones del presidente del país,
En un comunicado, Naciones Unidas expresó su preocupación por los últimos acontecimientos en Mali y demanda “la liberación inmediata e incondicional del presidente Ibrahim Bubacar Keita y miembros de su gabinete” llamando a restaurar inmediatamente “el orden constitucional y el estado de derecho”.
¿Qué pasó en Mali?
La confusión reinó en la capital Bamako después de que este martes se registró lo que aparenta ser un "intento de golpe de Estado" protagonizado por un grupo de militares en el acuartelamiento de Kati, al noroeste de la capital.
Los militares afirman tener en su poder al presidente de la república, Ibrahim Boubacar Keita, así como a su primer ministro, Boubou Cissé. Uno de los militares amotinados en el cuartel de Kati, desde donde se produjo esta mañana el motín, dijo a los periodistas que las dos máximas autoridades de la república estaban en su poder, sin dar más precisiones.
El gobierno guardó durante varias horas en silencio en lo que parecía un motín y luego se transformó en golpe de estado, así como los líderes y cerebros de la intentona, identificados como el general Cheick Fanta Mady Dembélé y los coroneles Diaw y Mama Sekou Lelenta.
Pero, al parecer, una parte del ejército se ha mantenido fiel a la legalidad y no se han sumado al golpe, por lo que la situación es muy confusa conforme pasan las horas. Incluso un comunicado supuestamente firmado por Cissé esta misma tarde, que apelaba al diálogo con los golpistas, fue puesto en duda por los observadores y atribuido a personas de su entorno que trataban de ocultar la gravedad de la situación.
Se desconoce el paradero de los miembros del gobierno de excepción formado el pasado 27 de julio con solo seis ministros, entre rumores no confirmados sobre la detención de varios de ellos. Los medios oficiales malienses, que durante horas han retransmitido programas enlatados y de música, sí se han hecho eco del intercambio de disparos en la base de Kati, pero sin hablar de golpe de Estado.
La noticia del aparente triunfo del golpe se expandió inmediatamente por la capital, por cuyas principales avenidas circulan vehículos militares, y en donde miles de personas salieron a las calles en actitud festiva, celebrando lo ocurrido, que aparentemente ha tenido lugar sin derramamiento de sangre.
Condena mundial por el golpe de Estado... pero las calles de Mali celebran
La crisis en Mali se abordará el miércoles en una reunión de emergencia a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU, solicitada por Francia y Níger, que preside actualmente la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
Los principales países y organizaciones internacionales con peso en África han condenado unánimemente el golpe de estado registrado hoy en Mali por un grupo de militares que tienen preso al presidente Ibrahim Boubacar Keita, pero las calles en Mali parecen celebrar los hechos.
La primera condena vino de la CEDEAO, a la que pertenece Mali, que en un comunicado urgente instó a los militares a "volver a los cuarteles sin dilación", al tiempo que expresaba su "firme oposición a todo cambio político anticonstitucional".
En parecidos términos se expresó el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, quien exigió a los golpistas que renuncien al uso de la violencia y llamó a respetar la institucionalidad en Mali.
La antigua potencia colonial, Francia, con grandes intereses en Mali, condenó "con la mayor firmeza" el golpe, en palabras de su ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, quien expresó además su "apego a la soberanía y la democracia en Mali". El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, advirtió por su parte de que un golpe de Estado "nunca es la solución a una crisis, por muy profunda que sea", dijo.
También el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, condenó el golpe de Estado y rechazó "cualquier cambio anticonstitucional", al tiempo que llamó al diálogo ypidió evitar una mayor desestabilización de Mali y la región.
El gobierno de España, que tiene una misión en Mali de formación de la policía local, expresó también su "rechazo a cualquier ataque violento a las instituciones de la República de Mali", en la misma línea.
Pero pese a todas estas condenas y a la falta de apoyos exteriores, los golpistas parecen contar con el apoyo popular, a juzgar por las muestras de alegría expresadas por la multitud que esta tarde invadió muchas avenidas de Mali, confraternizando con ellos.
Escenas festivas compartidas a través de los teléfonos móviles mostraron numerosos ejemplos de celebración espontánea de los hechos, que hacen pensar que los golpistas cuentan por el momento con el apoyo de buena parte de la opinión pública.
dmr