El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, anunció en un discurso a la nación medidas más restrictivas en el que es el país más golpeado por el covid-19 del continente, y volvió a prohibir la venta de bebidas alcohólicas.
"Nuestra prioridad en estos momentos, pese a todo, debe ser salvar vidas", dijo Ramaphosa al anunciar el veto en la distribución de alcohol, sector sobre el que reconoció la "gran importancia" para la economía sudafricana, fuertemente golpeada por esta pandemia.
Entre otras medidas, también se endureció el toque de queda nocturno, que desde la noche de hoy será de las 21:00 horas locales hasta las 06:00 de la mañana, además de cerrar parques, playas y espacios públicos de recreo en las zonas más afectadas por esta segunda ola de coronavirus.
Es a partir de ahora obligatorio el uso del cubrebocas, y quien no la tengo podría tener que pagar una multa o incluso pasar hasta 6 meses de cárcel, anunció el mandatario, y cualquier encuentro público o privado queda prohibido durante dos semanas, salvo funerales a los que podrán acudir un máximo de 50 personas.
Anoche, Sudáfrica superó el millón de contagios, según anunció el Ministerio de Salud, al tiempo que el país afronta una nueva variante del virus, conocida como 501.V2, y que podría ser más contagiosa.
Horas antes, un grupo de médicos le pidieron a las autoridades sudafricanas volver a imponer restricciones severas sobre las concentraciones sociales y las ventas de bebidas alcohólicas debido al avance de la pandemia.
Desde el día de Nochebuena se han registrado más de 50 mil contagios, en lo que el mandatario describió como "un ritmo de infecciones alarmante y sin precedentes", sobre todo, en Ciudad del Cabo, Johannesburgo y Pretoria.
dmr