Con un tono claro, pese a sus 100 años de edad, el alemán más viejo juzgado por crímenes nazis defendió este viernes su "inocencia" ante el tribunal de Brandemburgo an der Havel, respecto a las acusaciones de estar implicado en los asesinatos cometidos en el campo de concentración de Sachsenhause, Alemania.
En su segunda audiencia ante el juez, este ex guardia del campo situado cerca de Berlín declaró con firmeza.
"No sé nada al respecto", afirmó Josef Schutz, que, pese haber sido un ex cabo primero de la división Totenkopf (cabeza de muerto) de las SS, defendió ser "inocente".
"Todo aparece hecho trizas en mi cabeza", afirmó Schutz, que se lamentó de estar "solo" en el banquillo de los acusados del tribunal de Brandenburg an der Havel, en el este de Alemania, donde debe comparecer hasta principios de enero.
- Te recomendamos En Alemania, hombre de 100 años irá a juicio por cargos de complicidad nazi Internacional
Estas declaraciones fueron interrumpidas rápidamente por su abogado, que la víspera había explicado que el acusado no hablaría sobre el periodo de la Alemania nazi. "Nos habíamos puesto de acuerdo con la defensa sobre este procedimiento", protestó el letrado.
Schutz está acusado de "complicidad" en el "asesinato" de tres mil 518 prisioneros en el campo de Sachsenhausen entre 1942 y 1945.
Esta segunda audiencia estuvo dedicada a su vida antes y después de la Segunda Guerra Mundial:
Juventud en una granja
Tras haber llegado solo al tribunal, apoyándose con un andador pero con un paso relativamente seguro, el acusado habló con precisión sobre su pasado, pero sin evocar sus actividades en el campo nazi.
En concreto, recordó su trabajo durante su adolescencia en una granja familiar en Lituania junto con sus siete hermanos y hermanas, y su posterior reclutamiento en el ejército en 1938.
Tras la guerra, fue trasladado a un campo de prisioneros en Rusia y después se instaló en Alemania, en Brandeburgo, una región al lado de Berlín. Trabajó como campesino y más adelante de cerrajero.
El acusado, de cabello blanco, estatura media y con gafas, recordó sus aniversarios celebrados junto con sus hijas y nietos o la admiración que su mujer sentía por él. "Ella me decía constantemente: 'No hay otro hombre como tú en el mundo'", explicó.
Sin embargo, generó cierta estupefacción en la sala cuando aseguró que no "aprendió a hablar alemán hasta [su] retorno de Rusia", en 1947.
Por su parte, Christoffel Heijer de 84 años, que compareció como testigo al haber perdido a su padre en el campo, señaló con el dedo hacia el acusado y dijo, emocionado: "puedo entender que, movido por el miedo o las represalias, usted no desertara. Pero ¿cómo pudo usted dormir en paz durante tanto tiempo?".
El juicio se celebrará en 20 audiencias de dos horas debido a la edad del acusado.
Schutz tenía 21 años cuando empezó sus tareas en el campo de concentración. Es sospechoso de haber fusilado a prisioneros soviéticos, "de ayuda y complicidad en asesinatos sistemáticos" con gas venenoso Zyklon B y de "la detención de prisioneros en condiciones hostiles".
Supervivientes del Holocausto entre las partes civiles
Desde que fue abierto, en 1936, hasta su liberación por los soviéticos, el 22 de abril de 1945, por el campo de Sachsenhausen pasaron unos 200 mil prisioneros, principalmente opositores políticos, judíos y homosexuales.
Decenas de miles de ellos murieron de agotamiento debido a los trabajos forzados y a las crueles condiciones de detención.
Varios supervivientes de Sachsenhausen se presentaron como acusación popular. Algunos no disimularon su decepción, este viernes, ante el mutismo del acusado.
"¡Simula que no sabe nada pese a que recuerda todo perfectamente y con detalle!", declaró enfadado Antoine Grumbach, un francés de 79 años, cuyo padre participó en la resistencia y fue asesinado en Sachsenhausen.
"¡No está senil! Es pura manipulación del abogado, que ha optado por esta estrategia del silencio", añadió, al término de la audiencia.
Tras un pasado marcado por la poca presión judicial sobre los autores de crímenes nazis, Alemania juzgó y condenó a cuatro ex miembros de las SS en los últimos diez años, al extender a los guardias de los campos y a otros ejecutores de las órdenes nazis la acusación de complicidad por asesinato.
En los últimos años, cuatro ex oficiales de las SS fueron condenados por estos cargos.
MjI