Allen Weisselberg, un ejecutivo jubilado del imperio de bienes raíces de Donald Trump, fue sentenciado a cinco meses de prisión por mentir bajo juramento durante su testimonio en la demanda civil de fraude contra el ex presidente en Nueva York.
Weisselberg, de 76 años, se declaró culpable el mes pasado por dos cargos de perjurio en relación con la demanda. Admitió haber mentido cuando testificó que tenía poco conocimiento de cómo el penthouse de Trump en Manhattan llegó a ser valuado en sus declaraciones financieras en casi tres veces su tamaño real.
Weisselberg, que vestía un rompevientos negro y una mascarilla quirúrgica, declinó dirigirse al tribunal durante la breve sentencia, que duró menos de cinco minutos. Fue escoltado rápidamente fuera del tribunal, esposado, para comenzar su sentencia.
Esta será la segunda vez tras las rejas de Weisselberg. El ex director financiero de la Organización Trump pasó 100 días en prisión el año pasado por evadir impuestos sobre beneficios extra de la empresa por 1.7 millones de dólares, incluido un apartamento en Manhattan donde no pagaba alquiler, además de automóviles de lujo.
Así llegó a la audiencia:
Ahora, nuevamente cambia su vida como jubilado en Florida por una estancia en el famoso complejo penitenciario de Rikers Island en la ciudad de Nueva York.
Ambos casos destacan la inquebrantable lealtad de Weisselberg a Trump, el virtual candidato presidencial republicano.
La familia de Trump empleó a Weisselberg durante casi 50 años, y luego le dio una indemnización de 2 millones de dólares cuando las acusaciones fiscales lo llevaron a retirarse. La empresa continúa pagando sus gastos jurídicos.
Weisselberg testificó dos veces en juicios que salieron mal para Trump, pero siempre se esforzó para insinuar que su jefe no había cometido ningún delito grave. Su acuerdo de declaración de culpabilidad no le exige testificar en el juicio penal contra Trump por presunto soborno, cuyo inicio está programado para iniciar el lunes con la selección del jurado.
Al llegar a un acuerdo para una sentencia de cinco meses, los fiscales mencionaron la edad de Weisselberg y su disposición a admitir la comisión de delitos. En Nueva York, el perjurio es un delito grave punible con hasta siete años de prisión. Los fiscales prometieron no procesar a Weisselberg por otros delitos que pudo haber cometido en relación con su empleo en la Organización Trump.
SNGZ