La multinacional estadunidense Johnson & Johnson fue condenada ayer a pagar 572 millones de dólares al estado de Oklahoma por contribuir a la adicción a los opioides, una decisión judicial histórica en Estados Unidos.
Este era un fallo muy esperado por las grandes farmacéuticas, dado que hay numerosas reclamaciones similares en más de 40 estados de la Unión Americana, además de una demanda federal que suscribieron más de 2 mil ciudades.
En su veredicto, el juez del condado de Cleveland, Thad Balkman, aseguró que los fiscales demostraron que J&J contribuyó al “perjuicio público” al fomentar el consumo de analgésicos de receta médica altamente adictivos.
“Esas acciones comprometieron la salud y la seguridad de miles de personas de Oklahoma”, señaló.
Balkman consideró que el laboratorio Janssen, división farmacéutica de J&J, adoptó prácticas de “marketing engañoso y promoción de opioides”, lo que causó una crisis de dependencia de estos analgésicos, muertes por sobredosis y un alza en los síndromes de abstinencia neonatal en el estado.
“La crisis de los opiáceos devastó el estado de Oklahoma y debe ser contenida de inmediato”, argumentó el juez.
El dinero de la indemnización será destinado a financiar un “plan de reducción” para la atención de adictos, familias y comunidades afectadas por la crisis en Oklahoma, donde según las autoridades unas 6 mil personas han muerto por sobredosis de opioides desde el año 2000.
Johnson & Johnson anunció que apelará la decisión. Este proceso fue comparado con demandas contra compañías tabacaleras que resultaron en un acuerdo de más de 200 mil millones de dólares en 1998.
En su fallo, el juez dijo que J&J promovió sus productos entre médicos y pacientes mediante campañas de publicidad y financiamiento de investigación y “educación”, asegurando que el dolor no se estaba tratando lo suficiente y que “había un bajo riesgo de abuso”.
“Los acusados usaron la frase ‘pseudoadicción’ para convencer a los médicos de que los pacientes que exhibían signos de adicción (...) en realidad no sufrían de adicción, sino de tratamiento insuficiente del dolor”, dijo Balkman.
Janssen producía y vendía las píldoras Nucynta y el parche Duragesic, que contiene fentanilo, uno de los opiáceos sintéticos más potentes. El parche se prescribía a pacientes con cáncer para tratar dolores agudos.
Otros dos grandes fabricantes de medicamentos fueron acusados en la misma demanda de Oklahoma: el laboratorio estadunidense Purdue Pharma y el israelí Teva Pharmaceuticals, los cuales llegaron a un acuerdo con el estado antes de que el caso fuera a juicio.
Purdue, fabricante del popular opioide Oxycontin acordó pagar al estado 270 millones de dólares en marzo, en tanto Teva negoció un acuerdo de 85 millones.
70,000 Muertes provocó en 2017 la adicción y la sobredosis de opioides en Estados Unidos.
17,000 Millones de dólares fue lo que en un principio pidieron los fiscales como indemnización para el estado de Oklahoma y fomentar un programa a 30 años.
479 recetas de opioides por hora fueron atendidas por las farmacias de Oklahoma en 2017, de acuerdo a los documentos judiciales.