La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo estado de salud tras dos episodios de espasmos en actos públicos, ha despertado preocupación y desatado especulaciones no sólo en Alemania, pues hoy volvió a sufrir un visible temblor corporal durante una ceremonia oficial.
En las imágenes difundidas por las cadenas alemanas se puede ver como la canciller, que el próximo 17 de julio cumplirá 65 años, sufrió un episodio de espasmos mientras sonaba el himno alemán durante la recepción con honores militares del primer ministro finlandés, Antti Rinne.
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Vestida con una chaqueta azul, Angela Merkel permanecía de pie junto a su homólogo finlandés mientras sonaban los himnos oficiales de ambos países cuando comenzó a temblar de forma muy visible.
Sus brazos y sus piernas especialmente se vieron presa de pequeñas sacudidas, hasta que la canciller volvió a caminar después de los himnos.
Se trata del tercer episodio de espasmos que sufre Merkel en público en poco más de tres semanas, y en esta ocasión, a diferencia de las dos anteriores, aparentemente no trató de controlar los temblores.
En una rueda de prensa conjunta con el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, en el marco de la cumbre del G20 en Osaka, Merkel se pronunció el 29 de junio por primera vez de forma explícita sobre su salud, al asegurar que se encuentra bien.
A una pregunta al respecto de un periodista la canciller dijo entender el interés aunque agregó que no tenía "nada particular de qué informar. Me encuentro bien. Estoy convencida de que de la misma manera que esta reacción hizo su aparición, también volverá a desaparecer", zanjó.
También los portavoces del gobierno afirmaron que la canciller se encuentra bien y capacitada para cumplir con sus obligaciones.
Tras el primer episodio de temblores, el 18 de junio durante la recepción con honores militares del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, Merkel trató de sacar hierro a las especulaciones sobre su salud y atribuyó los espasmos a un supuesto problema de deshidratación.
A la semana siguiente, la canciller volvió a temblar visiblemente durante un acto celebrado en el palacio de Bellevue, la sede de la Presidencia alemana.
Como la primera vez, Merkel trató de contener los temblores y poco después se la veía rechazando un vaso de agua que le ofrecía un asistente.
JOS