Merkel visita campo de concentración en Auschwitz

La canciller dijo sentirse avergonzada por los crímenes nazis, por lo que honrar a las víctimas es una tarea que no debe terminar nunca.

Merkel recorrió el campo de concentración junto al primer ministro de Polonia. | AP
Angela Merkel visitó por primera vez el campo de concentración nazi en Auschwitz. | AFP
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Auschwitz /

La canciller alemana, Angela Merkel, visitó por primer vez el antiguo campo de concentración nazi de Auschwitz, al sur de Polonia, donde confesó sentirse "profundamente avergonzada" por los crímenes que cometieron los alemanes, "que van más allá de todos los límites imaginables".

"Cuando se recorre este lugar, una sólo puede guardar un respetuoso silencio, porque no hay palabras para describir toda la tristeza y el sufrimiento de quienes fueron asesinados, torturados y humillados aquí", dijo tras su recorrido por Auschwitz.

Acompañada por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, Merkel hizo una ofrenda a los fallecidos en Auschwitz y guardó un minuto de silencio junto al muro donde miles de prisioneros fueron fusilados.

Destacó que la memoria de los crímenes nazis es "inseparable" de la identidad alemana, por lo que recordar los crímenes y honrar a las víctimas es una responsabilidad que no debe terminar nunca.

"Recordar los crímenes, nombrar a sus autores y rendir un homenaje digno a las víctimas es una responsabilidad que no acaba nunca. No es negociable. Y es inseparable de nuestro país. Ser consciente de esta responsabilidad es una parte de nuestra identidad nacional", dijo la canciller.

Aseguró que su gobierno "no tolerará ningún acto de antisemitismo", luego de que en octubre fueron asesinadas a tiros dos personas en el intento de asalto a una sinagoga.

"La gente en Alemania y en toda Europa debe sentirse segura y como en casa. Debemos recordar que la dignidad humana es inviolable.
"La libertad, la democracia y el Estado de derecho pueden ser fácilmente dañados si no perseveramos en su cuidado", afirmó.

La canciller se comprometió "plenamente" con la financiación de los trabajos de mantenimiento del recinto para evitar su deterioro, ya que Alemania es uno de los principales donantes.

"Este lugar, sus torres de vigilantes, sus cámaras de gas, sus barracones, todo es testimonio de lo que no puede volver a suceder y es importante preservarlo para que las nuevas generaciones puedan visitarlo y conocer la barbarie que aquí tuvo lugar", resaltó.

Merkel es el tercer canciller germano en visitar este campo de concentración, el mayor de los puestos en marcha por la Alemania nazi, después de Helmut Schmidt en 1977 y Helmut Kohl en 1989 y 1995.

FLC

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