Los restos recién exhumados de tres hombres yacen en bolsas negras al borde de un pequeño cementerio en una localidad cercana a la capital de Ucrania a la espera de ser trasladados a una morgue. Ninguno de ellos ha sido identificado.
Las autoridades ucranianas siguen desenterrando a gente que fue sepultada a toda prisa en fosas improvisadas durante la breve pero brutal ocupación rusa de localidades y ciudades próximas a Kiev. Casi 200 cuerpos siguen sin identificar y 280 personas figuran como desaparecidas.
La madre de Oleksander Pinchuk, Halyna, es una de ellas. Nunca llegaron a encontrar su cadáver entre los restos de su edificio de apartamentos, que recibió el impacto directo de un ataque aéreo hace un año. Pinchuk había salido apenas ocho horas antes y no ha vuelto a ver a su madre, contó.
El jueves, Pinchuk hizo frente al frío invernal, con rostro serio, y asistió junto a un pequeño grupo a un servicio religioso para conmemorar el aniversario del ataque sobre la ciudad de Borodyanka.
“Basta con mirar lo que nos han traído los rusos y lo que le han hecho a nuestra bonita ciudad", dijo Dmytro Koshka, el sacerdote que ofició la misa en el lugar donde se levantaban las viviendas. “¿Cómo podríamos olvidar y perdonar?”.
No queda nada de esa estructura, salvo la silueta del lugar que ocupó. Detrás, hay otro edificio residencial, ennegrecido y vacío, pero en pie.
Según Pinchuk, los equipos de rescate no pudieron entrar al edificio hasta el pasado abril, después de que las fuerzas ucranianas recuperaron el control de Borodyanka. Excavaron entre los escombros durante unas dos semanas y localizaron los restos de 15 personas. Pero no hallaron ni rastro de las docenas que se creía que estaban en el interior del inmueble de 108 departamentos.
“Seguimos teniendo esperanzas de encontrar al menos a algunos, pero el resto, se quemaron vivos", indicó Pinchuk, con la mirada fija y el dolor visible en sus ojos.
Sin un cuerpo que llorar y enterrar, espera que su madre siga viva. Ha oído rumores de que los soldados rusos se llevaron a Bielorrusia a más de 100 personas de Borodyanka. Quizás sea una de ellas.
“Hasta el último momento, pensaré que está viva”, afirmó.
La exhumación de los tres cuerpos de dos tumbas improvisadas junto al camposanto de Borodyanka supone que algunas familias puedan tener la oportunidad de saber qué le ocurrió a sus seres queridos.
Un transeúnte encontró los tres cadáveres a principios de marzo de 2022, cuando las tropas rusas seguían en la localidad, y los enterró con la ayuda de otro hombre, según Andrii Nebytov, director del departamento de policía de la región de Kiev.
Después huyó de la región. Cuando regresó hace poco informó a las autoridades acerca de lo ocurrido, agregó Nebytov.
Se cree que uno de los fallecidos en un vecino de 50 años que fue baleado y quemado parcialmente en su auto, pero se necesitarán pruebas de ADN para confirmar su identidad. Nadie sabe quiénes son los otros dos.
No hay demasiado que ayude en su identificación. En uno se encontró un lápiz verde y en el otro paquetes de cigarrillos y llaveros. La descomposición de los cuerpos es tan avanzada que habrá que realizar pruebas forenses para identificarlos y determinar cómo perecieron.
Las exhumaciones elevan a 1.373 el número de cadáveres de civiles hallado en las zonas que estuvieron ocupadas por Rusia en la región de Kiev, afirmó Nebytov. De ellos, 197 no han sido identificados aún.
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