El secretario de Estado del gobierno de Joe Biden, Antony Blinken, llegó hoy a Egipto dentro de su misión diplomática para reforzar el alto el fuego que puso fin a 11 días de guerra entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, el cual por el momento tiene una tregua tras la violencia que afecto principalmente a Gaza.
Blinken aterrizó en El Cairo al día siguiente de mantener extensas reuniones con líderes israelíes y palestinos. En Egipto se reunió con el presidente, Abdul Fatá el Sisi, y otros funcionarios de alto nivel, antes de volar a Jordania para reunirse con el rey Abdalá II.
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Ayer prometió “reunir apoyo internacional” para reconstruir los daños en Gaza, y aseguró que nada de la ayuda destinada al territorio llegaría a Hamás. En lugar de eso, intenta reforzar al rival de Hamas, la Autoridad Palestina, que cuenta con reconocimiento internacional.
La autoridad diplomática del gobierno de Biden describió Egipto y Jordania como actores clave para intentar llevar calma a la región. Los dos países son importantes aliados de Estados Unidos, teniendo acuerdos de paz con Israel y siendo recurrentes mediadores entre esa nación y los palestinos.
“Egipto jugó un papel clave para ayudar a mediar el alto el fuego y Jordania es desde hace tiempo una voz en favor de la paz y la estabilidad en la región”, dijo Blinken a la prensa anoche.
Biden habló con El Sisi durante la guerra para ayudar a negociar el cese el fuego, mientras el conflicto iba en una escalada de violencia que provocó más de 230 personas muertas, entre ellas niños, afectando principalmente a los palestinos.
Los objetivos de EU en las negociaciones
El secretario de Estado puso objetivos modestos para el viaje, su primera gira oficial a Medio Oriente en su puesto actual. Durante reuniones con líderes israelíes y palestinos ayer, dejó claro que Estados Unidos no tiene planes inmediatos de impulsar conversaciones de paz entre los dos bandos, quizá porque todos los intentos previos de gobiernos anteriores fracasaron.
Blinken, en su lugar, expresó su esperanza por crear un “entorno mejor” que pueda llevar a conversaciones de paz tanto para israelíes como para el pueblo palestino.
Precisamente eso podría comenzar con los esfuerzos de reconstrucción en Gaza, donde se dejó una gran destrucción en el empobrecido territorio costero. Las estimaciones preliminares han valorado los daños en cientos de millones de dólares.
Ahmed Aboul Gheit, secretario general de la Liga Árabe, dijo que el compromiso de Estados Unidos es clave para la región. Antes de la guerra en Gaza, el gobierno de Biden se había distanciado del conflicto para centrarse en prioridades de política exterior como China e Irán.
"Las dos partes del conflicto son incapaces, por sí mismas, de sentarse en la mesa de negociaciones, y la brecha entre ellas se ha ampliado más que nunca. Sin una labor efectiva de Estados Unidos, no debemos esperar más que más ciclos de violencia y derramamiento de sangre inocente", dijo Aboul Gheit, ex ministro egipcio de Finanzas, en el diario saudí Asharq Al-Awsat. .
Uno de los objetivos de Blinken es asegurar de que cualquier ayuda queda fuera de las manos de Hamás, que se opone al derecho de Israel a existir y al que Estados Unidos considera un grupo terrorista.
En Gaza, el líder de Hamas, Yahya Sinwar, dijo a la prensa hoy que el grupo agradece la ayuda internacional para reconstrucción, siempre que no venga de Israel. Prometió que “ni un centavo” irían ellos o a su rama militar.
Pero también criticó a Blinken por tratar de impulsar a la Autoridad Palestina a expensas de Hamás. “Intentan avivar la división palestina”, afirmó Sinwar.