En el contexto del creciente conflicto entre Irán e Israel, Argentina expresó este jueves su intención de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como "socio global".
El ministro de Defensa, Luis Petri, en línea con la política exterior del presidente Javier Milei, anunció junto con Mircea Geoana, secretario general Adjunto de la OTAN, la entrega de una carta de que formaliza el interés argentino en convertirse en socio global de la organización. Esto en Bruselas, Bélgica, donde se ubica la sede de la alianza militar.
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Durante su estancia en Europa, Petri también firmó un acuerdo para la compra de 24 aviones de combate F-16 de segunda mano al ejército de Dinamarca.
Está mañana en el transcurso de su conferencia de prensa, Manuel Adorni, vocero presidencial, destacó que es un paso crucial para "elevar las capacidades militares y defensivas" de Argentina.
Por otro lado también podría demostrar un alineamiento geopolítico con Estados Unidos, aunado al reciente proyecto conjunto de ambos países, para desarrollar una base en Ushuaia, ubicada en la provincia de Tierra del Fuego que se convertirá en el puerto más cercano a la Antártida. Marcando un hito en la cooperación con Estados Unidos y, curiosamente, con el Reino Unido a pesar de la áspera relación por la guerra de Malvinas.
Desde enero de 1998, Argentina ha sido reconocida por Estados Unidos como un Aliado Principal Extra-OTAN pero no es suficiente. Este nuevo intento de mayor cercanía con la OTAN no es el primero, en 1999, bajo la presidencia de Carlos Menem, Argentina buscó unirse formalmente a la alianza. En aquel tiempo, el país era el único en América Latina con ese estatus especial.
¿Qué implica esto para Argentina?
Además de sus 31 miembros de pleno derecho, la OTAN también incluye a varios aliados denominados socios globales, un posición que hoy en América Latina solo posee Colombia.
Este objetivo tiene diversas implicaciones. Por una parte, marca la alineación de Argentina con un bloque de países como Estados Unidos, a su vez anunciando una postura contraria hacia otras potencias como China, Rusia e Irán.
Antes de ser admitido como socio global, la solicitud de Argentina conlleva su participación en los Planes de Acción Individuales para la Asociación, una iniciativa de la OTAN que involucra a países como Georgia y Serbia.
Ser socio global ofrece beneficios como el desarrollo de capacidades de defensa y algo que Argentina no había mencionado como prioritario, menos en un contexto de híper inflación, también incluye la participación en ejercicios militares, sin embargo, la diferencia es que no garantiza la protección mutua establecida solo para sus miembros.
De ser aceptada la solicitud del gobierno de Milei, podría facilitarles el acceso a tecnologías y recursos militares avanzados, pero sobre todo limitaría su autonomía en ciertos aspectos de política exterior.
aag