Álvaro Pio Santillán, un conductor de la Línea 60 del transporte público Monsa, en Buenos Aires, Argentina, falleció por coronavirus a pesar de que recibió la primera dosis de la vacuna contra el covid-19, por lo que sus compañeros responsabilizaron a la empresa sobre la muerte.
En Facebook, choferes y trabajadores de la empresa Monsa lamentaron el fallecimiento de su compañero y denunciaron que su muerte derivó de una resolución de la compañía, en la que ordenaba a los empleados de alto riesgo reanudar sus labores tras recibir la primera dosis de la vacuna.
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En la publicación, detallaron que Pio Santillán suspendió sus labores tras el inicio de la pandemia, debido a que fue considerado personal de alto riesgo, pero volvió a trabajar tras recibir la vacuna por orden de la resolución conjunta 4/21.
En el trabajo se contagió de coronavirus y neumonía, por lo que fue internado en un hospital de Güemes, donde falleció.
"Álvaro estuvo licenciado por ser personal de riesgo y se reintegró a sus tareas luego de recibir la primer dosis. En el trabajo se contagio de coronavirus y neumonía, falleciendo en una cama del sanatorio Güemes. Es el tercer trabajador de la Línea 60 que fallece en el marco de está pandemia.
"En la primera semana de abril, y por presión de las cámaras empresarias, el Gobierno Nacional emitió una resolución conjunta de los ministerios de Salud y Trabajo para que las y los trabajadores mayores de 60 años y los grupos de riesgo retomaran sus tareas luego de la primera dosis de la vacuna. Aclaramos que este cuerpo de delegados rechazó dicha resolución y que no obtuvo respuestas", dice la publicación.
Comentaron que desde iniciada la pandemia, los trabajadores de la Línea 60 aplicaron sus propios protocolos y presentaron varias denuncias en todos los ministerios, para exigir que se refuercen las medidas sanitarias y ser incluidos en el plan de vacunación.
"Sin embargo, ninguno de los entes responsables nos dio respuestas a nuestros reclamos", resaltaron.
Los trabajadores aseguraron que para ellos el fallecimiento de Álvaro Santillán "no es sólo una desgracia", sino que es el resultado de una política sanitaria deficiente, "que arriesga la salud de los trabajadores a costa de la ganancia de los empresarios".
Por ello, reiteraron su petición de que se apliquen protocolos estrictos, que se dispense al personal de riesgo y que se les incluya en los planes de vacunación.
FLC