"La panza se me hincha o empieza a sangrar": Mujer se sometió a cirugía estética; ahora vive un infierno

La mujer de 47 años es madre de cuatro hijos. Para realizarsela cirugía estética decidió vender la camioneta Ford EcoSport con la que completó para pagar casi 200 mil pesos argentinos (más de 40 mil pesos mexicanos).

Mujer vendió su camioneta para hacerse una cirugía estética; ahora está sin poder moverse. (Especial)
Ciudad de México /

A las mujeres se les ha impuesto el estereotipo de estar con el cuerpo perfecto, el abdomen plano, jamás con peso de más. Y aunque muchas personas estás derribando ese supuesto,aún existen casos que reflejan un poco de la presión que hay sobre el cuerpo de las mujeres. Tal es el caso de Fernanda Analía Bianculli de 47 años, quien después de decidir someterse a una cirugía estética su vida se convirtió en un infierno.

La mujer de 47 años es madre de cuatro hijos. Para realizarsela cirugía estética decidió vender la camioneta Ford EcoSport con la que completó para pagar casi 200 mil pesos argentinos (más de 40 mil pesos mexicanos), así lo informó a Clarín, medio que la entrevistó. 

Tras realizarse la intervención estética para borrar un poco la cicatriz de embarazos, su vida cambió por completo. Dolores y graves problemas de salud se derivaron después de que fuera atendida por el cirujano plástico Roberto López, quien está en la mira por "mala praxis" tras las muertes de dos de sus pacientes, Yasmín Flores y Soledad Vargas.

"Yo hace 26 años tuve a mi primera hija y me practicaron una cesárea, del ombligo para abajo. No me gustaba estéticamente cómo estaba, entonces empecé a ver cirugías en Internet y contacté por Instagram a Roberto López. Lo venía siguiendo, veía fotos de mujeres que tenían la misma cesárea que yo, cómo quedaban después, entonces quise operarme", reveló la mujer –de acuerdo a lo reportado por Clarín–.

De acuerdo con lo revelado por la mujer, el doctor cirujano aseguró que quedaría perfecta, así que debía practicarle una dermolipectomía para corregir el exceso de grasa y piel.

"Te va a quedar súper bien, lo único que te va a quedar es una línea rosada, pero con la bombacha se tapa", recordó la mujer.

La operación se hizo el pasado 30 de marzo en el Centro Médico Monserrat, en Hipólito Yrigoyen 1210. Tardó más de lo esperado. Ese mismo el doctor la dio de alta con dos drenajes.

"Me sacó el drenaje y después de eso se me empezaron a abrir los puntos, llegó un momento que se habían abierto cuatro en un lugar, tres en el otro, entonces tenía un agujero prácticamente.Todos los domingos que tenía que ir a verlo y durante la semana me curaba yo, lo único que me mandaba para las curaciones era azúcar, y que me curara en mi casa tres veces por día, era un sufrimiento ", relató la mujer a Clarín.

Luego de dos meses de la operación, el cirujano pidió que se hiciera masajes drenantes con su secretaria que presuntamente había estudiado tres años la carrera de Medicina.

"Tenía que hablar con ella y ella hablaba con él, le mandaba fotos de cómo tenía la herida porque a veces se me hacía pus, no sabía qué hacer y la secretaria me iba guiando. No podía caminar, no podía descansar”

En este sentido, la mujer aseguró que tras algunos masajes estaba peor. Tenía un abdomen muy inflamado, "la panza hinchada, parecía embarazada de nueve meses".

“Dormí dos meses sentada en el sillón de la cocina, la pasé súper mal, no podía respirar, tuve un montón de complicaciones ", indicó la mujer.

Después de varios reclamos y de que el doctor asegurara que todo estaría bien, la panza de la mujer seguía inflamada. Además comenzó a sentir dureza debajo del ombligo.

"Se sentó en la camilla, me agarró de las manos y me dijo: 'No es nada, mamita, es todo psicológico lo que tienes, tomate un Clonazepam, tranquilízate'. Yo salí de ahí desconcertada: o estaba loca yo o estaba loco el médico", dijo el doctor en otro reclamo.


Imagen de Clarín

Ante la falta de empatía del médico, la mujer decidió hacerse una ecografía en donde descubrió que tenía un problema:

"Salió que tengo un granuloma abajo del ombligo, después empecé con hemorragia, la semana pasada me empezó a salir un punto por el ombligo, se abrió y salía el chorro de sangre", comentó.

Por el momento la mujer sigue siendo atendida por un médico que sí la trata bien. Sin embargo, siente aún culpa por haber confiado en el especialista:

"No puedo trabajar, no puedo levantar mis cuadros para vender, nada. Me dejó incapacitada, ni siquiera puedo levantar la pava eléctrica. Levanto algo pesado y la panza se me hincha, se me pone dura o me empieza a sangrar, o siento puntadas", contó.



grb 

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