La Audiencia Provincial de Navarra dejó en libertad al grupo de cinco jóvenes andaluces conocidos como La Manada porque, según el polémico auto judicial, no hay riesgo de fuga y porque no pueden volver abusar de una mujer porque han perdido su anonimato.
Esto último fue calificado por juristas y feministas sencillamente como un absurdo porque nadie puede garantizar que no volverá a ocurrir.
Los jueces explican que, una vez en libertad, las posibilidades de reincidencia han quedado neutralizadas; ¿La razón? porque “la repercusión que ha tenido este caso y la presión que ha desatado han alimentado un rechazo social de tal magnitud respecto de los cinco acusados que permite cuestionar ese hipotético riesgo de reiteración delictiva” y porque ya han perdido su anonimato.
En cuanto a un posible riesgo de fuga, el tribunal considera que no podría ser porque simplemente no tienen recursos económicos demostrables, algo que juristas y feministas también consideraron como muy subjetivo.
Estos colectivos afirman que esta resolución lanza un mensaje “terrible” de impunidad a favor de los agresores y contra las víctimas de violencia sexuales.
“¿Qué mensaje manda esto a las víctimas?”, se pregunta Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas. “Las animamos a denunciar, pero esta resolución puede hacer que muchas se lo piensen dos veces”.
¿Y qué dice el Gobierno socialista de todo esto? Pues simplemente está dividido, desde el Ministerio de Justicia se explicó que guste o no guste es una decisión que se ajusta al derecho.
Mientras que desde el Ministerio de Igualdad, su titular, Soledad Murillo, declaró que no entiende que se haya valorado tan a la baja la gravedad del caso y dijo entender la alarma social que ha provocado en España la decisión de los jueces.
La Fiscalía de Navarra ha dicho que recurrirá la puesta en libertad de los miembros de La Manada, aunque la interposición de este recurso no suspende la puesta en libertad de los cinco condenados.
AA