Recolectores 'spiderman' bajan al vacío para sacar la basura del monte Tianmen en China

Los recolectores deben bajar a rapel para recuperar la basura que es lanzada, directa o indirectamente, por los turistas; afirmaron que con la pandemia de covid-19 se les redujo la carga de trabajo.

Un recolector de basura del Monte Tianmen baja para sacar los residuos que los turistas lanzan. (AFP)
AFP
Zhangjiajie, China /

Con casco protector, Yang Feiyue se coloca un arnés para luego lanzar una cuerda sobre la baranda de una pasarela acristalada, adosada a las pendientes del Monte Tianmen, en Zhangjiajie, al centro de China.

"¿Miedo? ¡No, estoy habituado!", afirma con aplomo el recolector de 48 años, con chaqueta naranja y una bolsa de basura negra sobre la espalda, antes de franquear la barandilla para realizar un descenso vertiginoso de decenas de metros.

El monte Tianmen tiene una altura de mil 518.6 metros, con acantilados muy pronunciados. (AFP)

Los apodados "recolectores Spiderman", que están colgados sobre el vacío a 400 metros de altura, estos recolectores se descuelgan en rapel por los acantilados de una montaña en China para recolectar los desechos arrojados por turistas desaprensivos.

Yang Feiyue extrae con paciencia residuos atascados en el acantilado. Su único seguro de vida: una cuerda, sujetada con firmeza por sus colegas que quedaron en la pasarela, y atada a unos ganchos inscrustados en la roca.

"Recuperé botellas de agua, pequeñas bolsas, pañuelos. Cuando llueve, contamos con capotes desechables", precisa Yang, tras ser remontado por la fuerza de los brazos de sus compañeros, transmitida a través de un sistema de poleas. "Con la pandemia, ahora también encontramos cubrebocas".
Millones de turistas viajan al monte Tianmen para contemplar la belleza natural; sin embargo, producen mucha basura. (AFP)

El covid-19 ha sido contenido en buena parte de China desde abril y mayo y la vida vuelve a su curso habitual. Pero, muchos chinos continúan portando cubrebocas protectoras, inclusive en plena naturaleza.

"Al comienzo, me dolían tanto las manos tras una jornada de trabajo, al punto que no podía sostener los palillos para comer. Ahora toda va mucho mejor", afirma Yang Feiyue con su sonrisa.

Su equipo de recolectores fue creado en 2010 por los gestores del Monte Tianmen, con ese fin, precisamente, recuperar la basura acumulada en los acantilados.

El Monte Tianmen es también recurrido para practicantes de deportes extremos. (AFP)

Los medios de información locales los bautizaron los "recolectores spiderman", haciendo referencia al superhéroe de Marvel, que es reconocido ampliamente en el mundo por su influencia cultural.

"Es un apodo que nos gusta, sí, absolutamente", confiesa Yang, quien ya ha recogido junto a sus colegas unas dos toneladas de basura en lo que va de 2020.

Las áreas turísticas chinas, inclusive en la montaña, cuentan con muchos puestos y tiendas de comestibles que venden sobre todo dulces, bebidas y helados. Muchos productos cuyos embalajes probablemente terminen contaminando la naturaleza.

Con la pandemia de covid-19, la basura en el monte disminuyó por la falta de turistas. (AFP)

La conciencia medioambiental va integrándose a veces lentamente entre muchos ciudadanos chinos, por lo que es común ver turistas arrojando sus desechos al suelo.

No obstante, la situación empieza a cambiar gracias a campañas de sensibilización en las escuelas, en medios de comunicación, la proliferación de recipientes para desechos reciclables en espacios públicos y la implantación de la clasificación selectiva de la basura en las grandes ciudades.

"Desde hace 10 años, hay cada vez menos desechos. Antes, nuestros recolectores 'spiderman' recogían unas 5 toneladas al año". Ahora, mucha gente lleva consigo una bolsa para guardar la basura antes de tirarla en los cubos", explicó.
El monte Tianmen significa "puerta del cielo de la montaña"; al fondo del camino hay un templo. (AFP)

El año pasado, el monte acogió a 4.7 millones de visitantes. Pero, por supuesto mucho menos en 2020 a causa de la pandemia, solamente 1.9 millones entre enero y noviembre. Contaminación o no, Yang Feiyue afirma estar dispuesto a descender por la ladera de la montaña en tanto sea necesario.

"Trabajamos por la belleza del lugar. ¡Por lo tanto, no me molesta tener que trabajar un poco!", afrimó.

dmr 

LAS MÁS VISTAS