El gobierno de China anunció que inscribirá todos los tipos de fentanilo en su lista de sustancias reglamentadas, un gesto reclamado por Estados Unidos en donde esta droga, 50 veces más fuerte que la heroína, mata a miles de personas todos los años.
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Todos los temas señalados por Estados Unidos "están resueltos", aseguró ante la prensa Liu Yuejin, director adjunto de la Comisión Nacional contra las drogas, al anunciar que entraba en vigor una nueva reglamentación desde el 1 de mayo.
"Estados Unidos se inquieta por todas las variantes (de fentanilo) y este tema está resuelto", agregó. Se sospecha que China es la primera fuente mundial de esta droga sintética.
El fentanilo, que provocó la muerte de Prince y de no menos de 28 mil estadunidenses en 2017, es uno de los puntos del diferendo comercial de China y Estados Unidos. En su últimos encuentro, el presidente Xi Jinping prometió a Donald Trump actuar contra esa droga.
"Si China hace algo contra esta droga horrible y aplica la pena de muerte a los que la distribuyen y a los revendedores, los resultados serían sensacionales", dijo entonces Trump.
Un informe del Congreso estadunidense señaló que comprar fentanilo del otro lado del Pacífico no era complicado, bastaba hacerlo en internet utilizando una tarjeta de crédito o una criptomoneda y luego se recibe el envío por correo.
La sustancia no es ilegal: puede ser utilizada como sedativo para enfermos de cáncer.
Pero los laboratorios chinos, clandestinos o no, comercializan el producto por doquier.
El gobierno chino combate la producción clandestina, pero hasta ahora lo hacía contra fórmulas específicas del producto. Los laboratorios debían entonces modificar levemente su composición para volver a sacarlo al mercado.
Droga y libertad
Para luchar contra el tráfico, Liu anunció una serie de medidas: inspecciones en la industria química y farmacéutica, vigilancia de las informaciones sobre la droga que circulan en internet, cierre de los canales de comunicación de los traficantes y refuerzo del control de los paquetes en la aduana.
Los servicios de logística deberán imponer a sus clientes registrar los paquetes con su verdadera identidad.
Estas medidas deberían tener un impacto importante, declaró a AFP Mike Vigil, ex responsable internacional de la agencia antidroga estadounidense, DEA.
"Sin cooperación de China, Estados Unidos no logrará frenar la epidemia de muertos por los opiáceos", dijo, estimando que China representa un 85 por ciento de la producción mundial.
Pero incluso si Pekín combate eficazmente el tráfico, los productores podrían simplemente trabajar desde otros países para inundar el mercado estadounidense.
"El gobierno reforzará su cooperación con otros países, incluso con Estados Unidos, para luchar contra el desafío mundial que plantea el fentilino", prometió Liu.
Liu rechazó las acusaciones estadunidenses sobre el papel de China en el tráfico de opiáceos, considerándolas "sin fundamento y contrarias a la realidad".
"Si Estados Unidos quiere realmente resolver el problema, debe poner orden en casa", dijo.
Según Liu la crisis está vinculada antes que nada al abuso por los estadounidenses de opiáceos vendidos con prescripción, a la industria farmacéutica y a una cultura que asocia la droga a "la libertad y el individualismo".
"El afán de lucro de la industria farmacéutica" y la sobre prescripción de opiáceos tuvieron un papel en la epidemia, reconoció Vigil.
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