Los colegios electorales de Hong Kong han cerrado ya sus puertas para dar comienzo el recuento de votos de las elecciones locales, marcadas por una participación sin precedentes del 69 por ciento de los votantes registrados en lo que se considera un referéndum 'de facto' sobre las autoridades y su relación con el gobierno central de Pekín tras meses de protestas a favor de la independencia judicial del territorio.
Unos 2,7 de los 4,1 millones de votantes registrados han depositado su papeleta en estos comicios, que han transcurrido sin episodios violentos, superando los 2.2 millones de personas que depositaron su papeleta en las elecciones al Consejo Legislativo -el órgano principal de gobierno- de 2016, según cifras recogidas por el 'South China Morning Post'.
Las protestas comenzaron a raíz de una suspendida ley de extradición de sospechosos a China, en lo que los participantes en las marchas consideraron una violación de la integridad judicial del territorio, y que les llevó en marzo a salir por vez primera a las calles, y a recrudecer su postura este verano, con una segunda oleada de manifestaciones ya enfrentadas cara a cara con la Policía.
En distritos como City One, la participación ha rebasado el 70 por ciento con una asistencia tan multitudinaria que los colegios electorales de la zona han cerrado entre los aplausos de la población.
Las primeras reacciones de los expertos apuntan a que esta alta participación beneficiaría a la oposición pro democrática al gobierno de Hong Kong, que en esta ocasión ha decidido comparecer como un frente unido frente a la disgregación tradicional de sus candidatos. "La sabiduría convencional dicta que los pandemócratas suelen ser los principales beneficiados de una participación elevada", ha declarado el ex ministro de Transporte y Vivienda, Anthony Cheung Bing Leung.
"Los partidarios del oficialismo chino se van a llevar un importante revés en los resultados", ha pronosticado.
Donde coinciden todos los expertos consultados es en la importancia del extrarradio rural, en especial las zonas más próximas a la frontera china, bastiones inquebrantables del oficialismo, sacudidos por el impacto de los disturbios hasta tal punto que podría ser testigo de un vuelco en el poder local.
jamj