Corea del Sur aseguró el domingo que extenderá su política de uso obligatorio de cubrebocas en los balnearios, salones de bodas y otros lugares como parte de las nuevas reglas de distanciamiento social destinadas a prepararse para un prolongado brote de covid-19.
Mientras que Corea del Sur ha logrado contener la propagación de covid-19 mejor que muchos países del mundo, que están luchando contra una segunda ola del virus, los nuevos casos diarios en el país sólo se han elevado por encima de 100 en los últimos días.
El Centro Coreano para el Control y la Prevención de Enfermedades (KCDC) registró 124 nuevos casos el sábado, marcando un quinto día consecutivo de infecciones que superan los 100 debido a pequeños brotes que surgen en lugares como balnearios, escuelas e iglesias.
Actualmente, el uso de cubrebocas es obligatorio en 12 tipos de lugares considerados de "alto riesgo", como clubes, bares de karaoke y cibercafés. A partir del 7 de noviembre, estas restricciones se ampliarán a 23 tipos de lugares, que incluyen grandes almacenes, parques temáticos y salones de belleza.
Los individuos que no lleven mascarilla en dichos sitios pueden ser multados en hasta 100 mil wones (mil 870 pesos mexicanos) a partir del 13 de noviembre, mientras que los responsables de esos lugares pueden enfrentarse a multas de hasta 3 millones de wones (50 mil 170 pesos mexicanos).
Corea del Sur también anunció el domingo un nuevo plan de distanciamiento social de cinco niveles, que reemplaza un sistema de tres niveles. El enfoque más específico de las medidas está diseñado para mitigar el impacto de las restricciones en la economía, las pequeñas empresas y la población.
"Un prolongado brote de covid-19 es inevitable hasta que se desarrollen tratamientos y vacunas", dijo el ministro de Salud, Park Neung-hoo en una conferencia de prensa.
dmr