Las autoridades de Corea del Sur impondrán más reglas de distanciamiento social para la capital, Seúl, y sus alrededores, mientras el país lucha por contener la mayor ola de infección de coronavirus que no se registraba desde marzo.
Según los últimos datos oficiales, las autoridades surcoreanas registraron este domingo 631 nuevos casos de coronavirus, hasta un total acumulado de 37 mil 546 infectados, con cinco nuevos fallecidos y un número total de muertos de 545.
El número de casos activos en el país es 7 mil 873, dijo el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur (KDCA), preocupada por la disminución del número de camas de hospital.
La cifra de infectados es la más alta que registra Corea del Sur desde que el país entró en la tercera ola de la pandemia, y el nivel mayor desde los casos que se venían difundiendo durante la primera ola, en febrero y comienzos de marzo.
La decisión llega después de que el gobierno implementara el sábado medidas sin precedentes en un país que capeó con éxito la primera ola a través de un agresivo rastreo de contactos y otras medidas.
"Estamos en una situación muy peligrosa", dijo en una reunión informativa Park Neung-hoo, miembro del Ministerio de Salud, agregando que los focos de infección actuales pueden derivar potencialmente en un brote nacional. "Se está excediendo el nivel que podemos controlar con nuestro sistema hospitalario", añadió.
Aunque por ahora hay suficientes camas para tratar a los pacientes, el país podría enfrentarse a una escasez si la tendencia continúa, dijo. Muchos de los casos recientes se han registrado en Seúl y en las zonas colindantes de Incheon y Gyeonggi.
El sábado se anunciaron más restricciones, ordenando el cierre, durante dos semanas, de la mayoría de establecimientos a las 21:00 horas y reduciendo el transporte público en un 30 por ciento.
Según las medidas anunciadas el domingo, que entran en vigor el martes, se prohíben las reuniones de 50 o más personas, los gimnasios y bares de karaoke deben cerrar, los servicios religiosos deben celebrarse por internet o por radiodifusión y se establecerán límites de asistencia más estrictos en las clases escolares.
"Hemos llegado a un momento crítico en la lucha contra la covid-19", afirmó el primer ministro surcoreano, Chung Sye-kuyn. "No podemos regresar a nuestra vida de siempre hasta que no superemos esta crisis", añadió.
Las nuevas restricciones estarán vigentes durante tres semanas, en principio. Además, el gobierno instó a los ciudadanos a evitar comer fuera en la medida de lo posible y a no celebrar reuniones sociales no esenciales.
Estas nuevas medidas se extenderán, al menos, durante las próximas tres semanas, agregó Park Neung-hoo. En otras áreas del país también se incrementarán las restricciones, pero a un nivel más bajo que en Seúl.
dmr