Corea del Sur, uno de los países que mejor ha controlado la pandemia de coronavirus a nivel mundial, superó el umbral de las 400 muertes acumuladas por covid-19, con sólo dos decesos en las últimas 24 horas. Asimismo suma 23 mil 611 casos acumulados, de acuerdo con la Agencia para el Control y Prevención de Enfermedades.
Las autoridades surcoreanas pudieron autorizar el lunes el regreso a clases gracias a la caída de contagios de covid-19, después de que un repunte en agosto, provocado por una manifestación contra el gobierno de Moon Jae-in liderado por grupos de extrema derecha guiados por una iglesia neopentecostal, que llevara a las autoridades locales a cerrar los centros escolares durante casi un mes.
El descenso de casos se ha producido a sólo días antes del Chuseok (víspera de otoño), que comenzará el 30 de septiembre y es una de las festividades más importantes del país donde los coreanos visitan sus lugares de origen ancestrales y comparten un banquete de comida tradicional.
Desde que los nuevos casos comenzaran a crecer a mediados del mes pasado, las aulas en Seúl y su región colindante, donde viven 26 millones de personas, más de la mitad de la población nacional, cerraron sus puertas el 26 de agosto, con excepción de aquellas que acogen a los alumnos del último curso de bachillerato, ya que deben prepararse para el Suneung, el crucial examen de ingreso a la universidad.
Los colegios de las ciudades de Seúl e Incheon y la circundante provincia de Gyeonggi comenzaron a abrir el lunes de forma escalonada para el resto de cursos aplicando ese sistema rotatorio, que limita a un tercio de su capacidad el aforo máximo de las clases, hasta dos tercios en las de bachillerato.
El Ministerio de Educación surcoreano aseguró que vigilará de cerca la evolución del virus de aquí al 11 de octubre y que decidirá en consecuencia sobre la ampliación o reducción de cupos en las aulas.
Tras la subida de casos en agosto, las autoridades surcoreanas parecen haber logrado de nuevo controlar el repunte de contagios gracias a su exhaustivo sistema de rastreo y al endurecimiento del distanciamiento social en la región capitalina, que, entre otras cosas, implicó el cierre de cafés, restaurantes y bares a las 21:00 durante dos semanas.
dmr