Las autoridades estadunidenses informaron el jueves haber arrestado a un líder de la organización criminal Yakuza, la mafia japonesa, y a tres hombres tailandeses acusados de traficar heroína y metanfetamina, así como de intentar adquirir misiles tierra-aire para grupos rebeldes de Birmania y Sri Lanka.
Takeshi Ebisawa, Sompak Rukrasaranee, Somphob Singhasiri y Suksan Jullanan fueron arrestados en Nueva York entre lunes y martes por cargos de tráfico de drogas y de armas, y de lavado de dinero, indicó el Departamento de Justicia.
Investigados por agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en Tailandia desde 2019, los hombres habían organizado la venta de grandes cantidades de heroína y metanfetamina provenientes del rebelde Ejército Unido del Estado de Wa, en Birmania a un agente encubierto.
Por su parte, Ebisawa trató de comprar armas automáticas, lanzacohetes, ametralladores, y misiles tierra-aire para los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE) de Sri Lanka -conocidos como los Tigres Tamiles- y el Ejército Unido del Estado de Wa, la Unión Nacional Karen y el Ejército del Estado de Shan, fuerzas armadas de minorías étnicas que luchan desde hace tiempo contra el gobierno.
El 3 de febrero de 2021, Ebisawa y un socio viajaron a Copenhague, en donde un agente encubierto de la DEA y dos oficiales daneses encubiertos le mostraron armas militares estadounidenses a la venta, incluyendo ametralladoras y misiles antitanques. También mostraron a Ebisawa fotos y videos de misiles Stinger que pueden derribar aviones.
"Ebisawa y sus conspiradores realizaron acuerdos con un agente encubierto de la DEA para comprar armamento pesado y vender grandes cantidades de drogas ilegales", indicó el Departamento de Justicia. "Las drogas estaban destinadas a las calles de Nueva York, y el armamento iba dirigido a facciones de naciones inestables".
Ebisawa era "un líder del sindicato criminal organizado internacional Yakuza", indicó el Departamento, término que engloba a varias familias delictivas japonesas. Jullanan tiene doble nacionalidad tailandesa y estadunidense, mientras que Singhasiri y Rukrasaranee son ciudadanos tailandeses.
Durante la investigación, Ebisawa dijo al agente encubierto de la DEA que Jullanan era un general de la fuerza aérea tailandesa y que Rukrasaranee era un oficial militar retirado tailandés, según la acusación. El Departamento de Justicia no explicó cómo llegaron los cuatro hombres a Estados Unidos cuando fueron arrestados en Nueva York.
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