Las autoridades de Indonesia ha elevado la alerta por la reciente erupción del volcán Anak Krakatoa, cuya explosión en diciembre de 2018 provocó un tsunami que dejó 439 muertos.
El departamento indonesio de meteorología (BMKG) señaló la noche del lunes en un comunicado que elevaron la alerta al nivel 3 (sobre un máximo de 4) por el incremento de la actividad del Anak Krakatoa, asentado en el estrecho de Sonda, entre las islas de Java y Sumatra.
"Se pide al público que sea consciente de la posibilidad de olas altas o tsunamis, especialmente durante la noche", señala la BMKG, un día después de una violenta erupción del volcán, que envió una nube de humo y ceniza hasta los 3 mil metros de altura.
Las autoridades precisaron que continuarán evaluando la actividad del Anak Krakatoa y han ampliado la zona de exclusión alrededor del cráter a un radio de 5 kilómetros y pidieron a los residentes el uso de mascarillas faciales por las emisiones.
El 22 de diciembre de 2018, una fuerte erupción nocturna del volcán provocó el derrumbe parcial del cono de la montaña, lo que a su vez causó un tsunami que sorprendió a cientos de personas que pasaban las vacaciones de Navidad en las costas de Java y Sumatra. Al menos 439 personas murieron y más de 7 mil 200 resultaron heridas, según las cifras oficiales.
Descubierto en 1927, el Anak Krakatau —en español, hijo del Krakatoa—emergió de las aguas más de medio siglo después de la gran erupción del legendario Krakatoa, cuya caldera quedó derruida en 1883 tras una serie de masivas explosiones que costó la vida a más de 36.000 personas y cuyos efectos se sintieron alrededor del mundo durante meses.
Indonesia se asienta sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida cada año por unos 7 mil temblores, la mayoría moderados.
RM