Malasia reabrirá sus fronteras el 1 de abril, después de dos años, y eliminará las restricciones relacionadas con el coronavirus que aún pesan sobre las empresas, en su intento por restaurar la normalidad, anunció el martes el primer ministro, Ismail Sabri Yaakob.
La decisión, según el mandatario, es el resultado de la elevada tasa de vacunación en el país, el escaso uso de camas de hospital por parte de los pacientes de covid-19 y el pequeño porcentaje de casos graves.
La medida “nos permite a todos volver a una vida casi normal después de casi dos años de batalla con el covid-19”, dijo en una emisión nacional. “Lo más importante es que Malasia es ahora un destino abierto”.
Malasia cerró sus fronteras en marzo de 2020. Desde entonces, el 99 por ciento de los ciudadanos adultos de Malasia han recibido dos dosis de la vacuna, y el 64 por ciento ha recibido también una vacuna de refuerzo. La vacunación de los adolescentes también alcanzó un nivel elevado y recientemente el gobierno comenzó a vacunar a los niños de entre 5 y 11 años.
Los nuevos casos diarios aumentaron bruscamente hasta superar los 25 mil en las últimas semanas debido a la variante ómicron, pero menos del 1 por ciento de estas infecciones son consideradas graves. Ismail dijo que el uso de mascarillas sigue siendo obligatorio en los lugares públicos y que los extranjeros deben descargar y utilizar una aplicación gubernamental para teléfonos móviles.
A partir del 1 de abril, los viajeros que contarán con un esquema completo de vacunación no tendrán que someterse a la cuarentena al ingresar a Malasia, pero deberán someterse a pruebas diagnósticas dos días antes de viajar y en las 24 horas posteriores.
También se levantarán todas las restricciones de horarios y aforos de los comercios, los lugares de culto y los eventos que impliquen grandes multitudes, añadió Ismail. Australia, Singapur y Tailandia también han flexibilizado recientemente las restricciones de entrada.
RM