ONU llama a Azerbaiyán y Armenia a respetar tregua humanitaria

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que la "la trágica pérdida de vidas civiles, incluyendo niños" es inaceptable.

Armenia y Azerbaiyán cumplirán un mes de estar en guerra por el Nagorno Karabaj. (AFP)
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Nueva York / Stepanakert, Nagorno Karabaj /

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió el domingo a Armenia y Azerbaiyán que respeten la tregua humanitaria que comenzó a medianoche, y condenó los ataques contra civiles ocurridos el sábado por la disputa de la región del Nagorno Karabaj.

Guterres se refirió a uno de los ataques más mortíferos contra civiles de esta región, en el que un misil alcanzó una zona residencial de la segunda ciudad de Azerbaiyán, Ganyá, matando a 13 personas el sábado, incluidos niños. Armenia y Azerbaiyán acordaron un alto el fuego a partir de la medianoche, pero ambos se acusaron mutuamente de violar la tregua el domingo.

"La trágica pérdida de vidas civiles, incluyendo niños, por el último ataque reportado (...) en la ciudad de Ganyá es totalmente inaceptable, así como los ataques indiscriminados en cualquier área poblada", indica un comunicado del portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
"El secretario general apunta el último anuncio sobre el inicio de la tregua humanitaria el 18 de octubre y espera que ambas partes respeten plenamente este compromiso y reanuden sin demora negociaciones sustanciales", añade.

El conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán ha dejado centenares de víctimas. (AP)

¿Qué ataque se produjo en el Nagorno Karabaj?

Un ataque con misiles alcanzó el sábado una zona residencial de la segunda ciudad de Azerbaiyán, Ganyá, y un habitante declaró que vio cómo sacaban a siete víctimas de los escombros. El ataque se produjo horas después de que Stepanakert, capital de la región separatista de Nagorno Karabaj, fuera bombardeada.

Esta ciudad ha sido bombardeada en varias ocasiones desde que se reanudaron los enfrentamientos entre las fuerzas separatistas, apoyadas por Armenia, y el ejército azerbaiyano, el 27 de septiembre. Prácticamente todos los habitantes de la localidad huyeron a causa de los bombardeos.

En Ganyá, un edificio destruido por un misil, que impactó en la zona hacia las 03:00 de la mañana del sábado. Decenas de rescatistas trataban de encontrar supervivientes entre los escombros el sábado por la noche.

Según los lugareños, en el edificio bombardeado vivían más de 20 personas. Un vecino dijo que había visto cómo sacaban a un niño, dos mujeres y cuatro hombres de los escombros.

"Una mujer perdió las piernas. Otro perdió un brazo", declaró Elmir Shirinzaday, de 26 años.

Testigos en la ciudad de Mingecevir, a una hora al norte de Ganyá, afirmaron haber oído una potente explosión que hizo temblar los inmuebles, hacia la misma hora. La zona está protegida por un sistema antimisiles, pues alberga un dique estratégico. No se sabía si los misiles fueron destruidos en pleno vuelo o si alcanzaron la ciudad.

Ambos países buscan controlar el Nagorno Karabaj debido a cuestiones etnoreligiosas. (AFP)

Una tregua difícil de alcanzar

Si anoche, poco después que se anunciara la tregua, en Stepanakart todo era alivio y sonrisas, a primera hora de la mañana los rostros de los habitantes de la capital de la región recuperaron la preocupación con las primeras noticias que llegaban del frente.

Sobre todo suscita inquietud el frente sur, donde las fuerzas azerbaiyanas intentan romper las defensa armenias, según afirmó David Babayán, asesor de la presidencia de Artsak, como denominan los armenios Nagorno Karabaj.

"En algunos sectores se observa la tregua, pero hay otros en los que el enemigo trata de pasar a la ofensiva y es repelido por nuestras tropas", dijo Babayán en una comparecencia de prensa en la que declaró estar convencido de que el ejército azerbaiyano tiene el propósito de continuar las operaciones militares.

Agregó que Azerbaiyán no está interesado en un alto el fuego permanente y Bakú que simplemente precisa de determinadas pausas para llevar a cabo su planes. De la misma opinión es el politólogo e historiador Argishti Kirivyan, quien dijo que "Azerbaiyán no necesita una tregua, sino cortos periodos de tiempo para poder reagrupar sus tropas y con nueva fuerzas volver a atacar a Artsaj.

Agregó que desde un comienzo el objetivo de Azerbaiyán y sus aliados turcos es apoderarse de Nagorno Karabaj. Sobre la efectividad de los llamamientos internacionales a un alto el fuego se mostró totalmente escéptico.

"Las llamadas telefónicas no servirán para frenar al tándem Azerbaiyán-Turquía, y vemos que Rusia, el principal actor en la región, no está a favor de adoptar medidas drásticas", se lamentó Kirivyan.

Agregó que la tregua no es solo un asunto humanitario, ya que en el sur de Karabaj, en la zona del río Araz, en la frontera, hay "cientos de cadáveres y existe el peligro real de una epidemia". Y es que en el frente sur, donde mayores avances ha hecho el ejército azerbaiyano, los combates no han cesado un solo momento.

Stepanakert vivió una jornada inusualmente tranquila hasta media tarde, cuando los zumbidos de varios drones azerbaiyanos hicieron desaparecer de las calles a los escasos transeúntes sin que sonaran la sirenas de alarma de ataque aéreo. Poco después se oyeron varios estruendos distantes, probablemente de las baterías antiaéreas emplazadas en las afueras de la capital karabají.

Ambos países se acusan mutuamente de violar las treguas pactadas para atención humanitaria. (AFP)

El covid-19, la otra guerra

Con la caída de la noche, Stepanakert se sume en una oscuridad casi total, y no por falta de fluido eléctrico: sus moradores, salvo uno que otro, no encienden las luces, temerosos de ofrecerse como blancos a los aparatos volantes no tripulados del enemigo.

A las amenazas desde el aire se ha sumado ahora la de la propagación de coronavirus. Las autoridades comenzaron a advertir por SMS de la necesitad de usar cubrebocas y de mantener la distancia social para evitar los contagios, algo prácticamente imposible para las personas que por temor a los bombardeos pasan la noche en sótanos convertidos en improvisados refugios.

Las autoridades de Stepanakert han habilitado puestos provisionales donde los ciudadanos pueden dar muestras para test PCR, que son gratuitos. Si bien no hay datos acerca de la propagación del coronavirus en Nagorno Karabaj, la situación epidémica en Armenia es preocupante: más de mil 500 casos diarios en los últimas jornadas.

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