Con un país colapsado política, económica y socialmente, el seis veces primer ministro de Sri Lanka Ranil Wickremesinghe logró hacerse del poder el pasado jueves 21 de julio. Se ha movilizado con rapidez para consolidar su posición desde que los legisladores lo eligieron esta semana para que concluya el periodo de su predecesor, el derrocado presidente Gotabaya Rajapaksa, quien huyó a Singapur.
Un personaje divisivo, impopular entre los esrilanqueses hartos de la escasez de alimentos, combustibles y medicinas. En días pasado, manifestantes quemaron completamente su residencia privada, indignados por el colapso económico del país.
¿Cuál es el perfil de Wickremesinghe? ¿Cuál el origen de su familia? ¿Cómo ha sido su carrera política hasta llegar a ser el presidente?
Ranil Wickremesinghe, el heredero de una larga dinastía política y empresarial
La política de Sri Lanka siempre estuvo dominada por algunas grandes dinastías y Wrickemesinghe no es una excepción. Ranil (24 de marzo de 1949) proviene de una familia adinerada con orígenes políticos y empresariales con un objetivo claro: obtener el poder en Sri Lanka.
Inició su carrera como reportero en la empresa de la familia: Lake House, uno de los grandes conglomerados de medios en Sri Lanka y fundado por su abuelo, Richard Wijewardena, cuando el país era una colonia británica y se llamaba Ceilán.
Al nacionalizar la empresa familiar en 1973, Sirimavo Bandaranaike, primera mujer de la historia contemporánea en convertirse en primera ministra de un país, cambió el destino del joven. "Fue ella quien me hizo entrar en la política", explicó AFP en el pasado.
Estudió Derecho, y al ser sobrino del entonces presidente Junius Jayewardene, su tío fue quien lo inició en la política al nombrarlo en 1977 como viceministro de Asuntos Exteriores, jurando por primera vez exactamente hace 45 años años.
De ahí estuvo en varios roles de ministro y jefe del gobierno en diversas épocas (1993-1994, 2001-2004, 2015-2019). Pese a toda la experiencia política, no conseguía ser presidente del país, ya que fue derrotado dos veces por el puesto supremo en 1999 y 2005.
En 1993, el presidente Ranasinghe Premadasa muere en un atentado suicida y le sucede el primer ministro Dingiri Banda Wijetunga quien, a su vez, nombra a Wickremesinghe como jefe de gobierno.
Para 1999, con sus aspiraciones presidenciales, hubo otro atentado suicida contra su principal rival Chandrika Kumaratunga, quien termina siendo beneficiada al ser herida apenas tres días antes de las elecciones presidenciales. Su vendaje en el ojo derecho —perdido en el ataque— conmueve a toda la nación durante una aparición televisiva, y Wickremesinghe pierde la elección.
Seis veces primer ministro de Sri Lanka, el presidente Ranil había aspirado desde hace tiempo al pináculo del poder. Su tío era llamado el "viejo zorro", pero Wickremesinghe es considerado aún más hábil para "navegar" en las aguas turbias del poder. Incluso sus críticos lo respetan por su perseverancia.
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"Si estás desanimado y piensas que no puedes obtener lo que quieres sólo ve la fotografía de Ranil Wickremesinghe", dijo el legislador Udaya Gammanpila, que respaldó al principal rival del ahora presidente durante la votación para elegirlo.
Casado con Maithree, una profesora de inglés con la que no tuvo hijos, Ranil Wickremesinghe disfrutó durante mucho tiempo de una imagen relativamente limpia en un mundo político corrupto.
Sin embargo, durante su mandato de 2015-2019 al frente del gobierno, el Banco Central se vio envuelto en un escándalo de uso indebido de información privilegiada, siendo uno de los principales acusados en este caso fue un compañero de escuela, al que había puesto al frente de la institución.
En 2020, el Partido Nacional Unido de Wickremesinghe se dividió y sufrió una derrota humillante en los comicios nacionales. Él se convirtió el único representante de su partido debido al reparto proporcional, pero aliado con el grupo político que tiene el poder actual: el Frente Popular de Sri Lanka, un partido populista de izquierda en lo económico, pero conservador en lo social.
Un alto perfil que no convence a una Sri Lanka estallada en cólera
Está tan bien preparado como cualquiera podría estarlo luego de pasar casi medio siglo en la política, pero se desconoce si las tácticas que lo mantuvieron al frente de su partido durante la mayor parte de ese tiempo serán suficientes para superar una ola de antagonismo público.
Wrickemesinghe no escapa a la cólera popular por la crisis económica del país. En el momento en que la residencia del presidente fue invadida por los manifestantes, el 9 de julio, su casa fue incendiada, y los 2 mil 500 libros de su biblioteca, su "mayor tesoro", reducidos a cenizas.
Acostumbrado a las maniobras políticas, ya era presidente interino desde la huida y la renuncia de Gotabaya Rajapaksa, empujado al exilio por los manifestantes en un país en quiebra.
Los diputados esrilankeses lo eligieron presidente por una aplastante mayoría de 134 votos, contra 82 para su principal adversario Dullas Alahapperuma y solo tres a favor del candidato de izquierda Anura Dissanayake. Wickremesinghe gobernará hasta el final del mandato de Rajapaksa en noviembre de 2024.
El nuevo presidente, obtuvo el apoyo del partido del clan de Rajapaksa, el Frente Popular, aún el más importante del Parlamento, pero la calle no lo quiere, aunque aseguró apenas elegido que "las divisiones terminaron".
Su condición de reformador pro-occidental y de defensor del libre comercio podría facilitar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los acreedores extranjeros sobre un posible plan de rescate.
Sin embargo, ya advirtió que no hay una solución rápida para la crisis económica y financiera sin precedentes de su país, con escasez de alimentos, gasolina y medicamentos. En declaraciones justo después de que fuera declarado ganador de la votación secreta del miércoles en el Parlamento, Wickremesinghe exhortó a sus compañeros legisladores a unirse para salvar a la nación.
"La gente no espera de nosotros que actuemos según las viejas políticas, espera que trabajemos juntos", declaró ante los congresistas. "Estamos en bancarrota y lo peor está por venir", concluyó.
Advirtió que la crisis económica podría extenderse a fines del próximo año, y que el país enfrente la perspectiva de una crisis de salud aún más grave. La hiperinflación ha dificultado la compra de alimentos para muchos hogares. Sri Lanka enfrenta prolongados apagones y sus 22 millones de habitantes sufren carencias de combustible, alimento y medicamento desde hace meses.
El viernes nombró a un compañero de clase y aliado de Rajapaksa, Dinesh Gunawardena, para que sea su primer ministro y socio en rescatar al país del predicamento que atraviesa. La pregunta es si pueden reunir el peso político y respaldo público para lograrlo.
Fuentes oficiales dijeron que el nuevo gobernante deberá nombrar un gabinete de no más de 30 ministros para sacar al país de su peor crisis económica desde su independencia.
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