La policía tailandesa dispersó en Bangkok a miles de manifestantes que volvieron a desafiar la prohibición de concentrarse utilizando cañones de agua contra los aproximadamente 3 mil activistas reunidos en el centro de la capital.
Los asistentes se congregaron para reclamar la liberación del más de medio centenar de personas detenidas desde el martes por participar en unas manifestaciones que forman parte de la ola de protestas lideradas por estudiantes que desde el pasado julio reclaman reformas democráticas, entre ellas la destitución del primer ministro Prayut Chan-o-cha, incluida la monarquía tailandesa.
Los manifestantes contestaron erigiendo barricadas para intentar retrasar la dispersión de la concentración.
—"Ordenamos a nuestros hermanos y hermanas que regresen a sus casas", advirtió la policía antes de avanzar hacia los manifestantes.
—"¡Fuera Prayaut!", "¡Abajo la dictadura!", gritaron los activistas, muchos estudiantes.
Once manifestantes y cuatro policías resultaron heridos, informó la emisora Police TV. El movimiento prodemocracia había previsto reunirse en Ratchaprasong, una gran intersección en el centro de la capital. donde se habían congregado la víspera miles de jóvenes sin que se produjeran incidentes de importancia, pero en esta ocasión fue desplegado un fuerte dispositivo policial en la zona para bloquear los accesos a la misma.
Los principales accesos estaban cerrados desde el comienzo de la tarde y la policía se desplegó alrededor del lugar, por lo que los manifestantes se quedaron así a unos cientos de metros de la zona. "Poco a poco tenemos cada vez más valor", declaró Nine, un estudiante de 21 años. "Si no tomo riesgos, no habrá ningún cambio", añadió.
"Los pobres son cada vez más pobres, los ricos, cada vez más ricos" en este país, uno de los más desiguales en el mundo, lanzó a su lado Pim, de 20 años.
No obstante, los estudiantes que lideran el movimiento de protesta cambiaron a última hora la localización de la manifestación a algo más de un kilómetro al oeste, en la intersección de Pathum Wan, y lograron congregar a miles de manifestantes pese a la lluvia que cayó sobre la capital tailandesa durante buena parte del día. El jueves, unas 10 mil personas ya desafiaron la prohibición de concentrarse al manifestarse en el centro de Bangkok.
Durante un par de horas, los manifestantes corearon sus habituales gritos de "Liberad a nuestros amigos" o "fuera Tu" (apodo del primer ministro, Prayut Chan-ocha) mientras mostraban el signo de los tres dedos alzados, tomado de la película "Los juegos del hambre", hasta que, en torno a las 19:00 horas locales la policía cargó contra ellos.
¿Por qué tienen detenidas a dos personas en Tailandia?
El gobierno decretó un estado de emergencia "severo" a las 4:00 de la mañana del jueves para prohibir las reuniones de más de cuatro personas y la publicación de noticias que afecten a la seguridad nacional.
"La declaración del estado de emergencia sirve para hacer el país más seguro y pacífico (...) y que nadie salga dañado (...) De ahora en adelante quiero pedir a todos que no infrinjan la ley", declaró esta mañana ate los medios el primer ministro Prayut Chan-Ocha, quien encabezó el golpe de Estado militar de 2014 y en 2019 retuvo el cargo en unas controvertidas elecciones.
Dos activistas, Ekachai Hongkangwan y Bunkueanun Paothong, fueron arrestados el viernes. Los actos de los que se les acusa no fueron precisados por el momento, pero fueron detenidos en base al artículo 110 del código penal tailandés, según el cual cualquier "acto de violencia contra la reina o su libertad" puede condenarse con entre 16 años de cárcel y la cadena perpetua. Se trata de los cargos más graves pronunciados desde el inicio de la protesta.
El miércoles, un coche con la reina Suthida a bordo, que según las autoridades no podía evitar el recorrido de una gran manifestación prodemocracia en Bangkok, se detuvo unos instantes y decenas de manifestantes levantaron tres dedos de la mano delante de su vehículo, una señal de resistencia inspirada en la película "Los juegos del hambre" y un gesto de desafío a la autoridad real. Los dos detenidos se encontraban en el lugar.
"Estoy acusado de haber intentado perjudicar a la reina", pero "soy inocente. No era mi intención", declaró Bunkueanun Paothong antes de ser arrestado.
El movimiento prodemocracia pide la dimisión del primer ministro, Prayut Chan-O-Cha, y una reforma de la poderosa y acaudalada monarquía, un tema aún tabú hasta hace poco en el reino. Maha Vajiralongkorn, que llegó al trono en 2016 tras el deceso de su padre, el venerado rey Bhumibol, es una figura controvertida.
En unos años, reforzó sus poderes en especial tomando directamente el control de la fortuna real. Sus frecuentes estancias en Europa, incluso en plena pandemia de nuevo coronavirus, también suscitaron críticas.
El gobierno no piensa dimitir
El mandatario, conocido por su carácter iracundo, culminó su comparecencia ante los medios con un mensaje tan críptico como inquietante: "Recuerden, no sean temerarios porque todos podemos morir hoy o mañana, como dice la oración. No seáis descuidados, cualquiera puede morir en cualquier momento de enfermedad o de lo que sea. No tienten a la muerte".
El primer ministro promulgó las medidas de urgencia el jueves, al día siguiente del incidente con el cortejo de la reina. "¡No violen la ley!", advirtió el viernes. "No dimitiré", avanzó. Más de una veintena de militantes, incluidos varios líderes del movimiento, fueron detenidos poco después de la entrada en vigor del decreto.
Uno de ellos, Anon Numpa, fue trasladado en helicóptero a Chiang Mai, donde no se le concedió la libertad bajo fianza, según su abogado. Tailandia es un país acostumbrado a la violencia política, con 12 golpes de Estado desde la abolición de la monarquía absoluta en 1932.
El propio Prayut Chan-O-Cha llegó al poder tras un golpe de Estado en 2014. Después se puso al frente de un gobierno civil luego de unas controvertidas elecciones el año pasado. A la vista de la situación, "la probabilidad de que los militares vuelvan a tomar el control del país es factible", señala Thitinan Pongsudhirak.
Los manifestantes "no se detendrán hasta que no se cumplan sus peticiones. Sin concesiones por parte del gobierno, habrá tensiones", asegura. El partido de oposición Pheu Thai exhortó al gobierno en un comunicado "a levantar de inmediato las medidas de urgencia", "a dejar de acosar a la población" y "a liberar a los detenidos".
Pero la demanda más audaz, y controvertida, de los estudiantes y sus partidarios es la reforma de la monarquía, un tema tabú hasta hace poco por el gran respeto que ha inspirado la institución y la dura ley de lesa majestad, que prevé penas de hasta 15 años de cárcel para quien critique a la corona.
El monarca, que pasa la mayor parte de su tiempo en Alemania, llegó el fin de semana pasado a Tailandia junto a la reina y la concubina real para participar en ceremonias religiosas y el aniversario por la muerte de su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, fallecido el 13 de octubre de 2016.
El actual monarca no ha heredado el carisma ni el respeto que suscitaba su padre y su ausencia del país, así como su opulento tren de vida en la provincia alemana de Baviera, han generado críticas durante la pandemia de covid-19, que está golpeando duramente la economía tailandesa.
dmr