El número de personas que murió debido a la explosión de dos coches bomba frente al Ministerio de Educación en Mogadiscio, la capital de Somalia, se ha elevado a al menos 120 personas, dijo el lunes el ministro de Salud, mientras que su presidente, Hasan Sheikh Mohamud, pidió apoyo internacional.
El grupo islamista Al Shabaab, vinculado a Al Qaeda, reivindicó la autoría del ataque del sábado, el más letal en Somalia desde que un camión bomba mató a más de 500 personas en el mismo lugar hace cinco años.
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La primera de las explosiones se produjo en el Ministerio de Educación alrededor de las 14:00 horas locales del sábado. La segunda se produjo minutos después, mientras llegaban las ambulancias y la gente se reunía para ayudar a las víctimas.
El ministro de Salud, Ali Haji Aden, declaró que el número de muertos ascendía a 120, mientras que otras 150 personas estaban siendo tratadas en el hospital.
Al Shabaab, que pretende derrocar al gobierno y establecer su propio régimen basado en una interpretación extrema de la ley islámica, suele perpetrar atentados en Mogadiscio y otros lugares.
Somalia pide ayuda internacional
El presidente de Somalia hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude a los heridos por el doble atentado con coche bomba, mientras las excavadoras continúan el lunes limpiando el lugar de la explosión en busca de víctimas bajo los escombros.
Las explosiones, que destruyeron las ventanas de los edificios vecinos, hicieron que hospitales y clínicas se vieran desbordados, puesto que el país sufre de un sistema sanitario devastado debido a décadas de conflicto.
Somalia, en el Cuerno de África, está sumido en el caos desde la caída del régimen de Siad Barre en 1991.
"Llamamos a la comunidad internacional, a los hermanos somalíes y a los otros hermanos (...) a enviar médicos a Somalia para ayudar a los hospitales a tratar a los heridos", declaró el domingo el presidente Hasan Sheikh Mohamud, añadiendo que el número de víctimas podría seguir aumentando.
"No podemos transportar por avión todo este número de heridos. Pedimos a todo aquel que pueda enviarnos ayuda que lo haga", subrayó el jefe de Estado, después de haber dado él mismo su sangre.
El primer ministro Hamza Abdi Barre ordenó el cierre de las escuelas para que los estudiantes pudieran donar sangre.