Este jueves autoridades australianas confirmaron la destrucción de tallados artísticos con 30 mil años de antigüedad plasmados en las paredes de la cueva Koonalda.
Situada en una remota zona al sur de Australia, un grupo de vándalos entró de manera ilegal en el recinto, considerado sagrado por los aborígenes, y realizó, en una fecha no precisada, pintadas sobre los restos históricos.
La ministra de Medioambiente, Tanya Plibersek, -a quien también compete la protección del Patrimonio, remarcó en un comunicado enviado a EFE que este acto de vandalismo ha provocado "una pérdida no solo para los descendientes de los pueblos originarios sino para todos los australianos".
"Es desgarrador escuchar cuán severo es el daño. Espero que los vándalos sean atrapados y enfrenten toda la fuerza de la ley", señaló Plibersek, al adelantar que se estudian de medidas de seguridad para evitar nuevos incidentes similares en el lugar.
"El vandalismo de la cueva de Koonalda es estremecedor y desgarrador", dijo el ministro de Asuntos Aborígenes de la región de Australia del Sur, Kyam Maher, en un comunicado.
"La cueva de Koonalda es de gran importancia para el pueblo (aborigen) Mirning, y sus decenas de miles de años de historia muestran algunas de las primeras evidencias de ocupación aborigen en esa parte del país", agregó Maher al prometer aplicar todo el peso de la ley a los responsables de este acto vandálico.
La cueva de Koonalda -declarada Patrimonio Nacional en 2014- fue el primer yacimiento identificado en Australia con arte aborigen plasmado en un área sin luz natural, explica el portal sobre el Patrimonio Nacional de Australia.
La cueva de paredes de piedra caliza -situada dentro de llanura australiana de Nullabor- también contiene evidencias de que los aborígenes de la época realizaron tareas de extracción de sílice, agrega la fuente oficial.
La destrucción de la cueva, que fue denunciada a principios de la semana por el periódico regional The Advertiser, se produjo cuando un grupo de vándalos traspasaron -sin que se conozca cuándo- el cerco de metal que protegía la entrada de esta cueva sagrada.
Una vez dentro de la cueva, estos desconocidos escribieron "no mires ahora, esto es una cueva muerta", sobre los diseños históricos.
"Es imposible borrar el garabato sin destruir la obra artística que está debajo", agregó la académica al denunciar, según dijo al medio, que las autoridades conocían el acto vandálico desde junio pero que hicieron "poco desde entonces para mejorar la seguridad en el sitio", mientras que la noticia no trascendió hasta esta semana.
La destrucción de este arte aborigen se da después de que la minera Rio Tinto detonara el 24 de mayo de 2020 dos cuevas sagradas de 46 mil años de antigüedad en el desfiladero de Juukan, en el noroeste de Australia.
Rio Tinto, que posteriormente tuvo que pagar una indemnización, pudo realizar esta voladura sin infringir las leyes amparado en acuerdos firmados en 2013 por la minera con los indígenas -antes de hallarse evidencias arqueológicas en Juukan, el único lugar del interior de Australia ocupado por humanos desde la Edad de Hielo.
BCS