El jefe del gobierno de Austria, Karl Nehammer, se reunió hoy con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la primera visita de un líder europeo desde que comenzó la campaña militar en Ucrania, la cual cumple seis semanas y que ha colocado una serie de sanciones mientras que se reportan muertos, heridos y refugiados por el conflicto.
Cerca de una hora después de que empezara la reunión, que comenzó hacia de las 16:00 horas locales en la residencia de Putin, en Moscú, el despacho de Nehammer envió un comunicado para decir que el encuentro había concluido.
"La conversación con el presidente Putin fue muy directa, franca y dura", señaló el jefe de Gobierno austríaco, según un comunicado emitido por su oficina tras el encuentro, que duró unos 75 minutos.
Afirmó que "abordé los graves crímenes de guerra cometidos en Bucha (cerca de Kiev) y en otros lugares, y subrayé que los responsables deben rendir cuentas", agregó el mandatario conservador austríaco.
Rusia niega que sus tropas hayan cometido crímenes de guerra y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo que los austriacos pidieron que la cita transcurriera a puerta cerrada.
No hay prevista una conferencia de prensa conjunta pero se espera que Nehammer hable con los periodistas hacia las 19:00 horas locales.
Con respecto a las medidas de bloqueo económico contra Rusia, Nehammer señaló que "le dijo claramente al presidente Putin que las sanciones van a seguir y que van a intensificarse mientras siga muriendo gente en Ucrania".
El líder austríaco también destacó la "urgencia" de que se establezcan corredores humanitarios para llevar agua y comida a las ciudades asediadas y para poder evacuar a mujeres, niños y a los heridos.
Austria, como socio de la Unión Europea, se ha unido a las sanciones comunitarias contra Rusia, aunque no ha enviado armas a Ucrania debido a su estatus de país neutral.
Además, el país centroeuropeo se niega, junto a Alemania y Hungría, a apoyar un embargo europeo contra las importaciones de gas ruso con el argumento de que esa medida sería muy perjudicial para su propia economía.