Guilherme Taucci Monteiro, de 17 años, y Luiz Henrique de Castro, de 25, los jóvenes autores del tiroteo en la escuela Raúl Brasil en la que mataron a ocho personas y después se suicidaron, veneraban la masacre estadunidense de 1999 en Columbine y jugaban videojuegos alusivos.
¿Qué ha descubierto la policía?
Monteiro, el menor de los asaltantes, publicó fotos en su perfil de Facebook usando una media máscara con una calavera impresa y con un arma de fuego horas antes de cometer la matanza.
De acuerdo con las autoridades, ambos planearon la masacre desde un año antes y participaban en foros de internet que hacen apología a tiroteos.
La policía, que tiene las computadoras, teléfonos celulares y tabletas de los dos autores, mostró a los periodistas los cuadernos incautados de los asesinos y señaló que estos dan algunas pistas de cuáles eran sus perfiles.
"Lo que parecía en un principio un cuaderno de colegio, en realidad son varias y varias anotaciones sobre videojuegos", apuntó un vocero de la policía, quien reconoció que lo que más llamó la atención de los investigadores fueron las recurrentes notas en manuscrito "sobre tácticas de juegos" de internet.
De acuerdo con las autoridades, también se encontraron imágenes psicodélicas, calaveras, "símbolos que remiten a la muerte" parecidos a los de la banda Slipknot e incluso frases en tono de amenaza: "No mires o te alcanzará", como reza un estado en inglés, acompañado de una figura humana estilizada.
Columbine, la referencia de Raúl Brasil
Ambos visitaban el sitio Dogolachan, hospedado en la internet profunda, donde incitaban a realizar tiroteos.
En ese sitio, donde se hace apología a la matanza del Columbine High School, ocurrida el 20 de abril de 1999 en Colorado, Estados Unidos, cuando dos alumnos mataron a doce compañeros y a un profesor.
Los jóvenes agradecieron a los participantes del foro por la supuesta "ayuda" para cometer la masacre.
Vanessa Passos, una testigo clave
Passos es entrenadora del equipo municipal, formado en su gran mayoría por alumnos de la escuela, entre ellos Caio Oliveira, una de las víctimas mortales de la masacre, y José Lemos, quien salió de la escuela con un hacha incrustada en su hombro y se encuentra hospitalizado.
Relató que sintió "un dolor muy grande" que no le permite "ni razonar" cuando se enteró de la tragedia y aseguró que "nunca desconfío" de Monteiro, que según relatos disparó contra su cómplice y luego se suicidó.
Según la educadora, el joven iba a los entrenamientos a ver a los chicos, aunque nunca participó de las clases: "A veces él iba, con el skate en la mano, todo vestido de negro siempre. Incluso alguna vez le vi llegando con Caio, una de nuestras víctimas", comentó, aún estupefacta.
La entrenadora citó que Monteiro había dejado de ir a la escuela el año pasado, y aclaró que "no fue expulsado, cómo están diciendo".
"Es muy triste estar conviviendo con una persona y no saber lo que puede pasar", asumió la profesora, quien reconoció no estar "preparada psicológicamente" para hablar con los alumnos en el entrenamiento de este sábado.
dmr